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El 30 de septiembre del 2000, el Ejército de Israel mató al niño Mohamed Al Durrah aunque su padre trató de protegerlo con su cuerpo. Las imágenes dieron la vuelta al mundo gracias a un periodista francés que grabó las imágenes. Hoy, Israel sigue negando los hechos. DIAGONAL entrevista al padre de Mohamed.
Comenzaba la Segunda Intifada palestina en la Franja de Gaza, cuando un padre y su hijo se vieron atrapados por el fuego israelí. La imagen de Yamal Al Durrah y su hijo Mohamed, agazapados e intentando protegerse de las balas dio la vuelta al mundo. El momento quedó grabado por un periodista de la televisión France 2 que, además, informó vía telefónica cómo padre e hijo habían sido objetivo del fuego desde las posiciones militares israelíes.
Tras recibir la noticia de que Israel continúa negando la autoría de este asesinato y afirma que el niño sigue vivo, su padre Yamal explica: “El día en el que el Ejército israelí asesinó a mi hijo y yo salí gravemente herido estaba haciendo señales a los militares israelíes con mi mano, pidiéndoles que pararan de disparar. Las balas llegaban hacia a nosotros.”
Desde que esto ocurriera, el 30 de septiembre de 2000, Israel ha intentado crear su propia versión tergiversando la información e incluso manipulando las imágenes. “Al principio, Israel condenó a los dirigentes de su Ejército porque dispararon sobre nosotros –continúa explicando Yamal–. Luego, las imágenes de Mohamed Al Durrah muriendo se difundieron en las cadenas internacionales, en todas las televisiones del mundo y, cuando Israel vio esto, quiso evitar la historia. Creó otro escenario donde mostraban las imágenes con una keppa sobre mi cabeza y la de mi hijo, mostrando al mundo lo contrario: que nosotros éramos israelíes y eran los palestinos los que nos disparaban”, dice Yamal.
Cambiar los hechos
En la imagen, Amal y Yamal, padres de Mohamed Al Durrah, el niño asesinado a balazos por el Ejército de Israel hace trece años, junto a su hermano. / Isabel Pérez
Varias organizaciones de derechos humanos palestinas han llevado a cabo investigaciones y han recopilado información más que suficiente para refutar la teoría israelí. “Israel siempre intenta defenderse a través de la emisión de mentiras y pretensiones que no tienen que ver con la realidad –nos cuenta Samir Zakut del Centro de derechos humanos Al Mizan en Gaza–. El asesinato de Mohamed Al Durrah fue tan cruel que conmovió la conciencia humanitaria, no sólo la de palestinos y árabes”.
Mohamed Al Durrah se convirtió desde entonces en el símbolo de la Segunda Intifada, tanto es así que un hospital de la Franja de Gaza porta hoy su nombre. Israel rechazó cooperar con todos los comités de investigación internacionales que fueron enviados a Palestina tras el suceso. “Lo raro es que este estado de ocupación formó un comité de investigación para hacer la investigación ellos mismos. Es incomprensible que el asesino haga una investigación así mismo”, recalca Samir Zakut.
El pequeño Mohamed murió como consecuencia de heridas mortales en su abdomen, de disparos que provocaron que sus intestinos salieran al exterior, según informó en su momento el médico forense Abed El Razeq El Masri, quien además envió fotografías del cadáver a los medios de comunicación. Su padre Yamal recibió varias balas en la pelvis, el brazo y la arteria femoral. “Netanyahu sabe que la imagen de Israel fue manchada con la sangre del mártir Mohamed Al Durrah y ahora los israelíes intentan demostrar al mundo que son la víctima y que el pueblo palestino es el criminal”, añade Yamal Al Durrah.
“Nadie puede cubrir el sol, no se puede ocultar la realidad –nos cuenta Samir desde el centro Al Mizan–. Las fuerzas de la ocupación mataron a Al Durrah a sangre fría. Mataron a un niño sin piedad. Si la comunidad internacional quiere la verdad, si realmente está a favor de los derechos humanos y los defiende, debe formar un comité de investigación. La tumba de Al Durrah existe, sus restos también. No hablamos de graves violaciones, hablamos de crímenes de guerra porque Israel los comete de manera sistemática”.
Trece años después del asesinato de Mohamed, su madre Amal sigue esperando que se haga justicia. “Mataron a mi hijo –dice Amal– y como madre pido que el asesino sea llevado a juicio. La comunidad internacional es responsable si no interviene, si no defiende al pueblo palestino ellos son responsables. Los israelíes son famosos por sus mentiras, ellos lo niegan para que no se les lleve a la justicia. No quieren tener las manos manchadas delante del mundo.”
Fuente: Periódico Diagonal - España
Isabel Pérez, Diagonal Periódico - España
Tomado de: http://www.palestinalibre.org
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