lunes, 19 de agosto de 2024

Israel y su política de asesinato de líderes: ¿triunfará ante HAMAS?

El asesinato de líderes es una política antigua de Israel en su trato con las facciones de Resistencia palestina, con una historia que se remonta al auge de la lucha nacional palestina.

A pesar de haber logrado la eliminación de varias figuras prominentes del movimiento nacional palestino en el apogeo de su influencia y contribución, esta táctica también ha tenido el efecto de transformar a muchos líderes y militantes en símbolos palestinos inmortales.

Aunque sus cuerpos han desaparecido, sus nombres y legados permanecen presentes e inspiradores para generaciones de palestinos. El martirio ha añadido un valor adicional a estas figuras, y es difícil encontrar a un palestino que no conozca a Jalil al-Wazir, Salah Jalaf, Fathi Shaqaqi, Ahmed Yassin, Abdel Aziz al-Rantisi, y YehIa Ayyash, entre muchos otros.

La ocupación israelí ha intentado eliminar a los líderes y neutralizar su papel, eficacia e impacto en los programas y caminos nacionales, afectando la vitalidad de las organizaciones de resistencia. Sin embargo, las facciones de Resistencia han logrado enfrentar esta política y continuar con el proyecto nacional y la justa causa palestina. Cada vez que una facción se debilita o se retira, otra toma el relevo y sigue adelante. Así, cada vez que un líder desaparece, otro emerge para tomar la bandera, como lo expresó Ismail Haniya: “Si un líder se va, otro se levanta”.

Algunos explican que el comportamiento y las posiciones de muchos líderes políticos y nacionalistas palestinos, especialmente aquellos que viven en los territorios palestinos, se han visto afectados por amenazas israelíes que llegan hasta el asesinato si adoptan posturas nacionales que apoyen la resistencia armada o cambian sus posiciones sobre la solución política y la relación con la ocupación. El fallecido presidente Yasser Arafat es presentado como un ejemplo del destino potencial de quienes intentan redirigir el rumbo hacia la confrontación con la ocupación y adoptar la resistencia armada.

Hoy en día, con el objetivo de eliminar a los líderes de primer nivel en el movimiento HAMAS, se abre el debate sobre las consecuencias y repercusiones de estos asesinatos en los programas, rutas y posiciones políticas del movimiento, así como su impacto en otros campos de acción del movimiento. Surge la pregunta: ¿Cambiará HAMAS sus posiciones y su programa político? ¿Es realmente este el objetivo de Israel? ¿O el caso de HAMAS es algo diferente?
Eliminación de líderes más allá de objetivos políticos específicos

Al examinar la trayectoria del movimiento HAMAS y el impacto de los asesinatos en sus líderes, encontramos una situación palestina distinta, debido a diversas razones relacionadas con los objetivos del régimen sionista y sus transformaciones, así como con la propia naturaleza del movimiento. Entre los aspectos más importantes que destacan esta experiencia palestina diferente están:

1-Desaparición de oportunidades de soluciones políticas:
Las oportunidades de llegar a un acuerdo con Israel se desvanecen debido a la negación de este régimen extremista de todos los derechos palestinos y su adopción de un plan de resolución del conflicto que niega la existencia y aspiraciones nacionales del pueblo palestino. Por lo tanto, no hay un objetivo político sobre el que se pueda presionar a HAMAS para que lo logre.

2-Objetivo Integral en los Líderes de HAMAS:
Los asesinatos han apuntado a líderes de diversas corrientes y alas dentro del movimiento, ya sean conocidos por su flexibilidad política o no, lo que indica que el objetivo no es político específico, sino una eliminación integral de los líderes.

3-Liderazgo político e ideológico de HAMAS:
La estructura de liderazgo ideológica y política de HAMAS hace difícil distinguir entre sus posiciones sobre la resistencia y la ocupación, ya que el movimiento está bastante alineado ideológica y políticamente.

4- Estancamiento de la posición árabe e internacional:
El mundo árabe y la comunidad internacional están en una fase de estancamiento o neutralidad pasiva respecto a la cuestión palestina, sin que ninguna parte esté interesada en una opción política específica que sirva a la causa palestina, lo cual se refleja en la reacción hacia los asesinatos perpetrados por la ocupación.

5- Transformación del Conflicto en un Nivel Regional:
Desde la perspectiva israelí, el conflicto ha superado el ámbito palestino y se ha convertido en un conflicto regional complejo, especialmente con la implicación de Irán y sus aliados en la región, convirtiéndolo en un tema existencial para varias partes.

Eliminación o sumisión en lugar de presión para soluciones políticas
Basado en la experiencia del movimiento HAMAS, no se espera un cambio político o una reducción en las posiciones del movimiento en esta etapa. HAMAS ha mostrado alta flexibilidad política al aceptar en su documento político de 2017 y en el Documento de Acuerdo Nacional 2005-2006 la creación de un Estado palestino en las fronteras del 4 de junio de 1967, dentro del marco del consenso nacional. Sin embargo, esta flexibilidad no ha aportado nada al contexto palestino y no ha contribuido a lograr el mínimo acuerdo alcanzado a nivel palestino.

Israel ha declarado claramente que el objetivo de asesinar a los líderes de HAMAS es la eliminación, debilitamiento y sometimiento, no la presión para lograr objetivos políticos. Benjamín Netanyahu ha mencionado este objetivo en sus discursos, refiriéndose a la victoria absoluta que Israel busca, similar a lo que ocurrió en Alemania y Japón después de la Segunda Guerra Mundial.

Además, el régimen de ocupación ha priorizado el asesinato de líderes capaces de moverse políticamente, como Saleh al-Arouri e Ismail Haniya, para obstaculizar sus esfuerzos políticos y despojar al movimiento de su carácter político, lo que ayuda a Israel a presentar a HAMAS como un grupo terrorista extremista y justifica su guerra sangrienta contra el movimiento y el pueblo palestino.


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