sábado, 3 de agosto de 2024

Fouad Shokr: Siempre listo para la gran guerra

Durante cuatro décadas, el comandante de Hizbullah, Fouad Shokr tuvo un papel directo en el campo de batalla, desde los primeros combates en Khaldeh

Fouad Shokr, uno de los pilares fundadores de la Resistencia del Líbano Hizbullah.

Fouad Shokr, también conocido como Sayyed Mohsen o Abu Mohammad, es uno de los pilares fundadores de la Resistencia de Líbano (Hizbullah).

Antes de dedicar su vida a Hizbullah dejó su uniforme oficial cuando trabajaba en la Dirección General de Seguridad del Líbano y asumió el de la resistencia desde entonces.

Durante cuatro décadas, este comandante tuvo un papel directo en el campo de batalla, desde los primeros combates en Khaldeh.

Al Mayadeen Español


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¿Quién era el comandante mártir asesinado por “Israel” en su ataque contra el suburbio sur de Beirut este 30 de julio? Conozca sobre el líder en el siguiente hilo.
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Fue uno de los que acompañaron a todos los que asumieron el liderazgo de la resistencia. Además, fue un socio esencial en la lectura de la realidad, preparó los medios necesarios para la guerra y estuvo listo para acciones decisivas cuando llegara el momento de la gran guerra.

Todos los que lo conocieron y fueron contemporáneos suyos coinciden en que era un gran valor militar, cultural y humano, ya que pudo aprovechar sus capacidades y aguda inteligencia para ser socio en la creación de un sistema de resistencia contra el colonialismo y la ocupación, fuera quien fuera el enemigo de su país.

Con destreza, logró atraer una considerable cantidad de atención gracias a su presencia cautivadora.

Aunque rara vez aparecía de manera pública, lo hecho frente a la ocupación israelí fue claro y evidente desde los inicios de la resistencia en el Líbano, hace más de cuatro décadas.

Desde su juventud, el hombre oriundo del pueblo de Nabi Chit rechazó vivir bajo un Líbano humillado y oprimido.

Nunca esperó una vida larga, ya que esperó el martirio cada día. Después de una extensa trayectoria en la yihad, alcanzó los 63 años de edad con un cuerpo lleno de cicatrices de las batallas que libró.

También fue perseguido desde su incorporación a la resistencia, y nunca subestimó las capacidades y la fuerza de sus enemigos, quienes lograron alcanzarlo, después de 25 años de perseguirlo, planeaba la próxima victoria.

El primer encuentro en el mar
Antes de 1982, un amigo de Hajj Imad Mughniyeh llevó a este último para presentarlo a alguien, a quien describió en ese momento como una persona que avanza sin retroceder.

Sayyed Mohsen practicó el buceo y la pesca en la playa de Beirut. Allí conoció a Mughniyeh, quien luego fue su confidente y amigo.

Con el paso del tiempo fortalecieron los lazos de hermandad con sus compañeros fundadores, tanto los mártires como los vivos, dentro de las mezquitas.

Desde allí comenzaron sus inicios y juntos continuaron el estudio del enemigo dentro y fuera del Líbano, y todo lo relacionado con la causa y la resistencia palestina. Crecieron en un país sufrido por los ataques israelíes y el inicio de una guerra civil.

Con un grupo muy pequeño, ellos decidieron llevar al Líbano de una etapa a otra. En junio de 1982, cuando el enemigo israelí invadió el Líbano y quiso gobernar al país con un torrente de sangre, creyeron en la utilidad del combate y levantaron la bandera de la yihad del Imam Khomeini, cuando emitió una fatwa para luchar contra "Israel" y enfrentarse a él.

En Khaldeh, después de una feroz y dura resistencia contra el enemigo israelí en la cual participaron Shokr, Mughniyeh, Mustafa Badreddine y otros, algunos medios de comunicación llegaron para preguntar a este grupo sobre su identidad. Sayyed Mohsen no dudó en responder: "Somos khomeinistas".

Así comenzaron a formarse las características de la primera formación militar de la resistencia, en un momento en que el comandante Shokr participó en el trabajo yihadista, después de familiarizarse con la guerra y las artes del combate estratégicas, tácticas e incluso personales, y convertir su presencia directa en el campo de batalla en un factor influyente desde entonces en todas las batallas y guerras posteriores.

La operación mayor
En julio de 1982, el mártir trabajó junto con otros comandantes y combatientes en el traslado de convoyes de materiales explosivos y armas desde los suburbios del sur hacia el sur del Líbano para almacenarlos en varios lugares, con el fin de preparar la infraestructura para comenzar las operaciones contra los israelíes en las líneas traseras.

Hajj Imad Mughniyeh, Sayyed Mohsen y otro líder estuvieron en esa zona para observar el punto de detonación y asegurarse de la precisión y exactitud de lo que el mártir Ahmad Qasir les había informado. Este último era un joven vendedor de verduras y fue el primero en señalarles el lugar por donde pasaba de manera diaria como conductor, en dirección de Deir Qanun Al-Nahr a Tiro para comprar mercancías y traerlas a su pueblo.

Pasaba todos los días frente a un edificio de la comandancia del ejército israelí ubicada frente a un patio con varias tiendas para la guardia, patrullas y personal.

Ahmad transmitió la información a uno de los combatientes, quienes a su vez la comunicaron al mando. Durante un mes y medio fue observado el lugar y recopilados los datos.

Después, Ahmad fue llevado de forma clandestina detrás de las líneas enemigas hasta los suburbios del sur de Beirut para someterse a un entrenamiento intensivo.

Luego de preparar todos los asuntos militares y logísticos, a las siete de la mañana del 11 de noviembre, Ahmad hizo su última prosternación en su oración con firmeza y certeza, luego abordó su nave y avanzó hacia el momento del diluvio.

La lluvia comenzó a caer en la noche de la operación. Según el observador, todos los soldados en las tiendas exteriores entraron al edificio para protegerse del aguacero.



El clima tormentoso obligó a un alto oficial de inteligencia a pasar la noche allí.

Los israelíes llegaron allí sin previo aviso, y el guardia de la puerta principal entró con ellos, dejó la barrera blindada completamente abierta, aunque el plan era que Ahmad irrumpiera la puerta y la arrancara para llegar.

El vigilante del sitio desde el lado de Hizbullah permaneció igual antes, durante y después de la operación. En Hizbullah nadie sabía sobre lo que estaba a punto de ejecutarse excepto un círculo muy reducido para mantener la confidencialidad y la peligrosidad del trabajo. Incluso el observador del desarrollo de la operación en el edificio israelí quedó sorprendido cuando el vehículo irrumpió en el edificio.

Una tormenta creada por las manos de Hizbullah atravesó el lugar. La sede fue derrumbada con todos los que estaban dentro y la convirtió en un patio rojo por la cantidad de sangre derramada.

Alrededor de Setenta militares entre oficiales y soldados, incluido el gobernador militar y un oficial de inteligencia fueron aniquilaos y otros 27 desaparecieron.

Primera operación de captura
En 1986, Shokr, junto a otros comandantes militares, dirigió las batallas desde fuera de la franja ocupada. Lo más destacado de esa etapa fue la operación de los prisioneros llevada a cabo el 17 de febrero del mismo año. Esta fecha fue registrada en la historia de la resistencia como la Operación Kunin, y con posterioridad pasó a ser la Operación de los Prisioneros.

Fue la primera acción exitosa de captura realizada por los combatientes, después de intentos previos. El comandante de la operación en el terreno fue su amigo amado, el mártir Samir Matout (Jawad), quien fue descrito por Sayyed Mohsen en un libro sobre el mártir como “una ola sin orilla, después de haber hecho que lo alto de sus enemigos fuera bajo, como hace la ola con el fondo del mar, llevándolo a la superficie y su techo".

Pero, en el trasfondo, el comandante de la operación era Sayyed Mohsen, quien daba las instrucciones sucesivas a través de un dispositivo de comunicación con el mártir Jawad.

Todos ellos eran de una generación de resistencia carentes de armas modernas y experiencia, aprendieron en el campo y acumularon conocimientos aprovechas por las generaciones futuras.

Cuando le preguntamos: ¿No es difícil describir el espíritu de un hombre que desde los años ochenta estuvo presente y formó a generaciones de mártires, a quienes despidió en los últimos momentos antes de su partida? ¿Cómo resumirías tu experiencia con los mártires? Su respuesta fue breve y precisa: "Una oportunidad perdida".

Etapas cruciales
Después de eso, dirigió las operaciones de resistencia entre 1988 y 1990, bajo supervisión directa, en especial las operaciones de martirio.

Luego de la operación del mártir Haitham Debouq en la carretera de Tel Al-Nahhas, donde atacó un convoy enemigo con al menos 50 soldados y el mártir Abdullah Atwi (Al-Hurr Al-Amili) decidió inmolarse contra otros vehículos sionistas en la entrada a la Palestina ocupada (Puerta de Fátima), todo quedó bajo escombros.

Asaad Buru también hizo explotar un convoy militar en la entrada de Al-Qalaiah y destruyó todos sus equipos. Además, colocó varios explosivos en las patrullas de la ocupación.

En 1992, en una misión secreta con objetivos claros, viajó a Bosnia, al frente de un grupo militar de élite de la resistencia, junto al mártir Ali Fayyad (Alaa Bosnia), caído en Siria en 2016.

Shokr y Fayyad cruzaron las fronteras en el avión del entonces ministro de Asuntos Exteriores iraní, Ali Akbar Velayati, y fueron a ese país para organizar las filas de los combatientes musulmanes, iniciar misiones de entrenamiento y proporcionar experiencia.

“Nuestro proyecto es internacional y no queda limitado a un país o región específica", dijo Sayyed Mohsen.

Después de terminar la guerra yugoslava regresaron al país. Luego fue nombrado comandante de la unidad militar hasta 1995, y más tarde asumió la fundación y liderazgo de la fuerza naval, seguida de la fuerza de misiles y angtiaérea.

En el 2000, después de participar en la planificación de largo plazo para una operación de captura en ese momento, Sayyed Mohsen estuvo en el terreno con los combatientes. Tan pronto como tuvo éxito y los tres prisioneros estuvieron dentro del vehículo, él mismo los condujo a un lugar seguro.

De los archivos estratégicos al "Diluvio de Al-Aqsa"
Llegó la guerra de 2006, durante la cual no abandonó la sala de operaciones, supervisó junto con otros líderes yihadistas cada detalle de la batalla. En ese momento, fue responsable de la fuerza de misiles y la naval en el ataque al buque de guerra Saaer.

En el momento de la explosión del Saaer, él recibió la noticia de los ejecutores de la operación y la transmitió a la sala donde Sayyed Nasrallah estaba dando un discurso.

Sayyed Mohsen no estaba inmerso solo en el mundo militar, también seguía de cerca los asuntos políticos y culturales. Su oficina, situada en el corazón de Haret Hreik, apenas podía contener su biblioteca, llena de antologías, volúmenes, novelas y libros de ciencias políticas y culturales. Apenas mencionabas un tema y él lo enriquecía con más detalles.

En su oficina colgaba una gran foto que incluía a nueve mártires que "lo precedieron", según sus propias palabras. La historia de los mártires siempre estaba en su boca. No necesitaba recordar a ninguno ni los detalles de su operación, solo mencionaba el nombre, incluso si era un mártir de los años ochenta.

Sayyed Mohsen aseguró que la unidad de mártires sigue existiendo y siempre está presente en Hizbullah.

En la guerra de julio de 2006 estaban listos y ahora la situación sigue siendo la misma. Cuando alguien mencionaba el nombre de un mártir de aquellos tiempos, Sayyed Mohsen decía: “Hoy en día el número de mártires disponibles es decenas de veces mayor que en los comienzos, y si se declara una movilización general, el número naturalmente incrementará".

Mártir por última vez
El hombre semejante a un jefe de Estado Mayor, desde el Diluvio de Al-Aqsa el 8 de octubre de 2023, gestionó el frente de apoyo libanés día tras día, siguió hasta el más mínimo detalle de las operaciones militares en el sur.

Para esta etapa fue uno de los comandantes militares más antiguos de la resistencia y asesor del secretario general, Sayyed Hassan Nasrallah, en la planificación y dirección de operaciones durante las guerras.

Hasta sus últimos días, su rostro mostró signos de gran esfuerzo. Si le preguntabas por un incidente lejano, te demostraba que su memoria no olvidaba nada. Sus dedos podían descansar en su frente por un tiempo como si intentara capturar una idea fugitiva.

Cada escena destellaba en su mente, con secretos de la resistencia que tal vez salgan a la luz algún día o tal vez no. Nunca descansó en cada nuevo desafío y enfrentamiento con los enemigos, desde el sur del Líbano contra "Israel" hasta los takfiríes en Siria, luego en "Israel" finalmente.

Sin duda, la despedida será digna de su historia después de haber construido un gran monumento de logros y tallado en la roca con una aguja, junto con la primera generación que fundó un renacimiento internacional.

Aunque su presencia permaneció lejos de la fama debido a su rol de seguridad, fue un maestro y líder en todo el sentido de la palabra.

La noche del 30 de julio de 2024 tomó la llave del descanso eterno y fue a volar cerca de sus compañeros muertos, pero ¿quién da a su "última vez" el nombre de un final? Fue el momento del comienzo, cuando cerró los ojos con plena conciencia para que otros pudieran ver el camino.



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