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| Ministra de Justicia israelí Tzipi Livni |
Pese a los intentos israelíes de desmentir públicamente que la campaña por el boicot, desinversión y sanciones contra Israel (BDS) tenga un impacto sobre la entidad sionista, dos declaraciones de prominentes políticos israelíes sugieren lo contrario.
La ministra de Justicia israelí Tzipi Livni, que está a cargo de las negociaciones de paz con la Autoridad Palestina, dijo en una conferencia de prensa la pasada semana que Israel está viviendo en una “burbuja”.
Según el sitio Ynet, ella manifestó que un país sólo averigua cuál es el coste de vivir en una burbuja cuando ésta estalla, tal y como sucedió en el caso de Sudáfrica (con la caída del régimen del apartheid).
Livni señaló que existe un creciente boicot internacional dirigido contra los ilegales asentamientos israelíes en Cisjordania y Jerusalén Este. “Sin embargo, esto no terminará aquí. El boicot se está moviendo y avanzando de manera uniforme y exponencial. Aquellos que no quieran verlo, terminarán sintiéndolo”, dijo Livni.
Livni afirmó que Israel se estaba convirtiendo en “un asentamiento aislado en el mundo”.
La ministra afirmó que apoyaba “una solución de dos estados”, incluyendo la transferencia forzosa de árabe-israelíes a un futuro estado palestino en Cisjordania.
Esta postura es rechazada por otros miembros de la coalición gobernante israelí, como Ayelet Shaked, presidente del partido Habayit Hayehudi. Éste advirtió, en declaraciones recogidas por el Jerusalem Post, que “una solución de dos estados” sería un “suicidio nacional” para Israel.
Habayit Hayehudi, que cuenta con 12 escaños en la Knesset (Parlamento israelí), ha pedido la anexión a Israel de toda la Cisjordania palestina.
Él exigió además “una respuesta israelí al boicot cultural y académico y a la campaña del BDS contra Israel” afirmando que ella era “la mayor amenaza que pesa sobre el país”.
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