Parece que la realidad sobre el terreno en la frontera sur ha vuelto a ser la misma que antes del estallido de la guerra, durante lo que se conoce como el frente de apoyo, a pesar de la operación terrestre lanzada por el ejército enemigo, en la que penetró de forma limitada (de 2 a 4 km) en varias aldeas de la frontera, destruyendo casas y arrasando tierras, antes de retirarse bajo el fuego de la resistencia.
Los dos últimos días fueron testigos del lanzamiento de misiles guiados contra tanques enemigos y posiciones dentro de los asentamientos israelíues fronterizos como Matula, y se registraron ataques contra posiciones de soldados enemigos en el asentamiento fronterizo de Avivim, lo que provocó la muerte de un soldado y heridas a otros.
El periódico Yedioth Ahronoth informó que “la fuerza israelí que fue atacada ayer en Avivim (…) estaba operando en el sur del Líbano, y fue atacada después de salir de allí”, lo que indica la capacidad de la resistencia para controlar, dominar y realizar operaciones de inteligencia en la zona fronteriza de la Palestina ocupada y los asentamientos, lo que era el caso antes del lanzamiento de la operación terrestre. Por ello, el corresponsal del sitio hebreo Walla, Amir Bukhbut, considera que “cuando se calme el polvo de las elecciones estadounidenses y la destitución de (Yoav) Galant, el nivel político tendrá que tomar una decisión sobre si profundizar la operación terrestre en el sur del Líbano o ir a un acuerdo”, porque “es imposible dejar una batalla de desgaste en el norte”.
Por su parte, el jefe del Estado Mayor israelí, Herzi Halevi, expresó ayer su convicción de que “es posible comenzar a devolver a sus hogares a los habitantes de la línea del frente en el norte de forma gradual en los próximos meses”. Dijo durante su reunión con los jefes de las autoridades locales del norte del país que “debemos prepararnos para que los habitantes de los pueblos alejados de la valla de seguridad regresen primero”. Sin embargo, los acontecimientos de los últimos días y la presencia de la resistencia en la línea fronteriza, así como sus ataques con misiles directos y otros misiles contra los asentamientos fronterizos, hacen que las promesas de Halevi se desvanezcan, a menos que se llegue a un acuerdo que satisfaga a la resistencia y permita a los libaneses regresar a sus aldeas fronterizas.
Ayer se produjeron enfrentamientos entre fuerzas enemigas y grupos de la resistencia en los alrededores de Harmon y el sur de Yaron, y en la zona que rodea el estadio y el cementerio al este de Yaron, hasta el área que rodea la ocupada Salha (asentamiento de Avivim) al este de Marun al-Ras. Al mismo tiempo, la resistencia atacó con una salva de cohetes a una fuerza de infantería israelí que intentó avanzar hacia la ciudad de Yaron, matando e hiriendo a sus miembros. También atacó con salvas de cohetes una concentración de fuerzas enemigas en el asentamiento de Dovev frente a Yaron y Rmeish, y una concentración hostil al este de Marun al-Ras.
Según fuentes de campo, el enemigo lleva días trabajando para reunir sus fuerzas y vehículos en las afueras de Rmeish, Yaron y Marun al-Ras, como parte de lo que parece ser un plan para avanzar hacia la ciudad de Bint Jbeil. Ayer por la tarde, el Canal 13 afirmó que “el ejército israelí llevó a cabo una operación secreta cerca de Bint Jbeil hace unos días, en la que destruyó defensas aéreas y misiles de Hezbolá”, mientras que fuentes de campo confirmaron, dando una versión contraria, a Al-Akhbar que “una fuerza israelí intentó hace unos días infiltrarse silenciosamente en el barrio de Dora, entre Yarun y Bint Jbeil, pero los combatientes de la resistencia la detectaron y se enfrentaron con ella, lo que la llevó a retirarse bajo el fuego de artillería”.
Ayer, la resistencia llevó a cabo varias operaciones de bombardeo en el interior de Palestina ocupada, en particular contra la zona de Karyot, al norte de la ciudad ocupada de Haifa, la base de vigilancia y control marítimo de Stella Maris, al noroeste de la ciudad, y la base de Eliakim, al sur de la misma. El Canal 12 informó de que “se produjeron daños en la infraestructura de la red eléctrica de Kiryat Yam tras el lanzamiento de misiles desde el Líbano, lo que provocó un corte de electricidad en la zona (…) y una importante fuga de gas, además de herir a una persona”.
Almanar.com.
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