En esta imagen de archivo, se ve a soldados israelíes durante una invasión terrestre en la Franja de Gaza. (Foto AP)
El ejército israelí ha sufrido los días más letales de su invasión terrestre del sur del Líbano y la Franja de Gaza, cuando al menos 13 soldados murieron en menos de 48 horas.
En un comunicado del viernes, el ejército dijo que 10 soldados murieron en enfrentamientos en el sur del Líbano y tres en Gaza durante las últimas 48 horas, en medio de incesantes operaciones con aviones no tripulados y cohetes por parte de Hezbolá y una feroz resistencia de los combatientes palestinos.
Cuatro soldados de la 2ª Brigada de Infantería de Reserva Carmeli murieron en enfrentamientos con combatientes de Hezbolá el jueves, mientras que un miembro de la Unidad de élite Oketz murió en otro enfrentamiento.
El ministro de extrema derecha de Israel, Itmar Ben-Gvir, dijo que la muerte de uno de los soldados llamado Shlomo Aviad Nayman era una “dura noticia” y una “gran pérdida” para el partido extremista Otzma Yehudit, del que proviene.
Cinco soldados más de la 8ª Brigada de Reserva Blindada, una unidad apodada “hazaken” o “la vieja”, murieron y otros 19 resultaron heridos, cuatro de ellos de gravedad, en el sur del Líbano el viernes, dijo el ejército.
Fueron alcanzados por un cohete de Hezbolá mientras recogían suministros logísticos en una aldea del sur del Líbano, dijo el ejército.
También el viernes, tres soldados de la Brigada 430 murieron después de que su tanque explotara en el norte de Gaza.
Además, varios soldados, incluidos miembros de la Brigada de Paracaidistas y de la Séptima Brigada Blindada, resultaron heridos en el Líbano.
“Los soldados fueron evacuados a un hospital para recibir tratamiento médico y sus familias fueron notificadas”, indicó el ejército israelí.
No se revelaron las circunstancias exactas en las que los soldados israelíes fueron asesinados y heridos, ni dónde ocurrieron los incidentes.
También el viernes, Hezbolá llevó a cabo una ola de operaciones con aviones no tripulados y misiles contra una variedad de objetivos israelíes que mataron al menos a dos colonos y dejaron a dos docenas de personas heridas.
En medio de las crecientes pérdidas y ataques de Hezbolá, el jefe del Estado Mayor del ejército israelí, Herzi Halevi, insinuó la posibilidad de un “fin” a la guerra con Hezbolá.
“En el norte existe la posibilidad de llegar a un final abrupto”, dijo.
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