La administración civil israelí en la Cisjordania ocupada ha impedido que una mujer palestina embarazada y con problemas de salud tomara la ruta más rápida hasta un hospital de Jerusalén Este, a pesar de que iba acompañada de su marido israelí en su coche israelí, por el mero hecho de que el puesto de control por el que quería pasar no era para palestinos.
Yara Abu Udeh, de 37 años, es de Nablus. Su marido, Jaled, es de Jerusalén y, por tanto, tiene un carné de identidad israelí. Yara tiene un permiso expedido por la administración civil israelí para entrar en Israel y un permiso del ministerio israelí del interior que le otorga la residencia permanente en Jerusalén. Los dos trabajan en Jerusalén (él en un ultramarinos y ella como trabajadora social) y viven en Anata, un barrio situado dentro de los límites municipales de Jerusalén, pero en el lado oriental del muro de separación. Para ir a otras partes de la ciudad necesitan, por tanto, pasar por un puesto de control.
Abu Udeh está en el noveno mes de embarazo. Puesto que tiene diabetes juvenil, necesita hacerse frecuentes chequeos médicos y tomar precauciones especiales cuando dé a luz. Pero el puesto de control más cercano a su casa, Shoafat, siempre tiene colas muy largas, por lo que, como muchos residentes de Anata, ella prefiere utilizar el puesto de control de Hizme, que está reservado a israelíes.
Jaled Abu Udeh dice que hasta hace dos años, su esposa nunca había tenido ningún problema para pasar con él por el puesto de control de Hizme, ya que tenía los permisos requeridos. Pero desde entonces, los soldados le han negado frecuentemente el paso. La última vez que lo intentaron, hace dos meses, un soldado le llegó a amenazar con romperle el permiso.
Con la ayuda de Hamoked, una ONG para la defensa de los derechos individuales, la pareja pidió a la administración civil israelí un permiso para que Yara pudiera utilizar el puesto de control de Hizme y tener, así, un acceso más rápido al hospital. Presentaron la solicitud el 20 de enero y 17 días más tarde, el 6 de febrero, recibieron una respuesta manuscrita por la que se le concedía un permiso “especial” para pasar por Shoafat, algo innecesario pues ella ya tenía un permiso para ese puesto de control. En una posterior conversación telefónica, el teniente Alon Cohen dijo a Hamoked que Yara no podía utilizar el puesto de control de Hizme.
Un portavoz del Coordinador israelí de Actividades Gubernamentales en los territorios ocupados palestinos dijo que el puesto de control de Hizme “no era para el tránsito de palestinos, pues carece de la infraestructura necesaria para realizar chequeos de seguridad” y además, dijo, el de Shoafat está más cerca de la casa de la pareja.
“Hay procedimientos para abordar las emergencias médicas en los puestos de control que permiten acelerar los trámites de aquellos palestinos que necesitan un tratamiento médico urgente en Israel”, añadió.
Fuente: Pregnant Palestinian denied quick hospital access
Acerca del Traductor: Javier Villate mantiene el blog Disenso, con artículos, análisis y traducciones sobre Palestina, Israel y Medio Oriente. Le puedes seguir en Twitter como @bouleusis
Alray / Traducción: Javier Villate en el Blog Disenso
Tomado de: http://palestinalibre.org
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