Una mujer carga a tres bebés cuando llega a la parte central de la Franja de Gaza después de huir del complejo hospitalario de Al-Shifa en la ciudad de Gaza, el 21 de marzo de 2024. (Foto de AFP)
Una mujer palestina relató incidentes aterradores después de que las fuerzas militares israelíes allanaron el hospital de al-Shifa en la ciudad de Gaza la semana pasada, diciendo que los soldados del régimen ocupante están violando a mujeres palestinas antes de matarlas.
Jamila Al-Hisi, una testigo que fue asediada en el complejo médico y finalmente logró salir, dijo el sábado que las mujeres han sido sometidas a violaciones, hambre, torturas y ejecuciones extrajudiciales, y agregó que el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) no hace nada.
Continuó diciendo que las tropas israelíes “obligaron a 65 familias a abandonar el área alrededor del Complejo Médico de al-Shifa mientras quemaban y mataban a familias enteras”, y señaló que quemaron un edificio donde se refugiaban civiles palestinos.
"Ni siquiera tenemos agua para romper el ayuno y no sabemos adónde ir", dijo Hisi, subrayando que las personas desplazadas en el complejo no han encontrado comida ni agua desde hace seis días.
Además, pidió a la Cruz Roja que proporcione agua a los niños y a los enfermos que se ven obligados a beber agua sucia y comer alimentos podridos.
Los palestinos están siendo desplazados por la fuerza por las fuerzas de ocupación israelíes del área que rodea el hospital al-Shifa en el norte de Gaza, dijo Hisi, y agregó: "Estamos atrapados en medio de continuos bombardeos israelíes".
El último acontecimiento se produce mientras el ejército israelí continúa llevando a cabo ataques aéreos y bombardeos de artillería dentro y alrededor del Hospital al-Shifa por séptimo día consecutivo.
El lunes, fuerzas israelíes fuertemente armadas irrumpieron en el hospital de Al Shifa utilizando tanques y drones, alegando que el movimiento de resistencia palestino Hamás está utilizando las instalaciones para “realizar y promover actividades terroristas”. Más tarde ese día, Israel dijo que “fuerzas terroristas” estaban disparando contra las tropas israelíes.
El Ministerio de Salud de Gaza dijo en ese momento que alrededor de 3.000 personas se encontraban dentro de al-Shifa buscando refugio y que aquellos que intentaban salir estaban siendo atacados por francotiradores y fuego desde helicópteros.
Desde que el ejército israelí allanó el hospital la semana pasada, los informes han sugerido que se están llevando a cabo atrocidades indescriptibles contra los médicos, enfermeras y el personal en general, así como contra los miles de personas desplazadas allí.
Los israelíes han admitido haber ejecutado a 140 personas dentro de al-Shifa, incluidos paramédicos, pacientes y heridos, mientras el asedio continúa después de siete días de detenciones masivas.
Mientras tanto, un grupo de activistas palestinos ha hecho circular una historia impactante sobre los soldados israelíes violando a una mujer embarazada en el hospital de al-Shifa, junto con la revelación de Hisi.
Activistas palestinos de Watan citaron al marido de una mujer que fue violada por las fuerzas israelíes diciendo: “Le ordenaron que se desnudara y comenzaron a golpearla... Ella le dijo a los militares que estaba embarazada de cinco meses, que no la golpearan, pero continuaron golpeándola”. golpearla”.
“Después de horas, sacaron a todas las mujeres excepto a la mujer embarazada y a sus hijos… La llevaron delante de su marido y sus hijos y la violaron, ordenando a los hombres que no cerraran los ojos o les dispararían”.
Israel libró la guerra en la Franja de Gaza el 7 de octubre después de que Hamás llevara a cabo la sorpresiva Operación Tormenta de Al-Aqsa en los territorios ocupados en respuesta a los crímenes intensificados del régimen ocupante contra el pueblo palestino.
Desde el inicio de la agresión, el régimen de Tel Aviv ha matado al menos a 32.226 palestinos, la mayoría de ellos mujeres y niños, y ha herido a otras 74.518 personas.
Tel Aviv también ha impuesto un “asedio total” a Gaza, cortando el combustible, la electricidad, los alimentos y el agua a los más de dos millones de palestinos que viven allí.
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