Niño palestino en Gaza.
El jefe de la UNRWA lamenta la inacción de la comunidad internacional ante el horror que vive el pueblo de Gaza por la agresión de Israel desde hace cinco meses.
“Me pregunto cómo es posible que una guerra de esta naturaleza, que podemos ver las 24 horas del día y los siete días de la semana, ha llevado a una situación en la que lo insoportable se está volviendo soportable”, lamenta el comisionado general de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), Philippe Lazzarini.
Para el funcionario de las Naciones Unidas, “lo realmente sorprendente es el nivel de deshumanización y la falta de empatía por el sufrimiento de los palestinos”.
En este sentido, asegura que las nefastas consecuencias de los ataques de Israel sobre Gaza superan a las de otras guerras en países, como en Irak, Somalia, Sudán del Sur y Ruanda y otros, en los que ha tenido misiones a lo largo de su carrera diplomática.
El jefe de la oficina de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos dice que la UNRWA enfrenta una campaña israelí en su contra con el objetivo de “despojar a los palestinos de su estatus de refugiados”.
Explica que los esfuerzos de Israel para dejar sin financiamiento a la UNRWA es una estrategia “un poco miope porque el estatus de los refugiados palestinos no está relacionado con los servicios que brinda la agencia”.
Finalmente, urge a aumentar la entrada de ayuda en Gaza, donde la situación de “hambruna inminente”, alerta.
Lazzarini ha hecho estas declaraciones este jueves en una entrevista con el diario español El País en Madrid, donde acudió a reunirse con el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, y otras autoridades, en su incansable labor de reunir apoyos para la UNRWA, después de que muchos países cancelaran la entrega de fondos a esta organización.
Un grupo de 16 naciones retiraron el financiamiento al organismo humanitario debido a las acusaciones de Tel Aviv sobre la supuesta implicación de 12 de sus trabajadores en la operación Tormenta de Al-Aqsa, ejecutada el 7 de octubre por el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) contra objetivos del régimen en los territorios ocupados.
Desde entonces, los indiscriminados bombardeos y la ofensiva terrestre del ejército de ocupación han dejado hasta la fecha un saldo fatal de más de 30 700 muertos y de 70 000 heridos, así como alrededor de dos millones de civiles desplazados.
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