El jefe del buró político de la Yihad Islámica de Palestina, Muhamad al-Hindi.
El movimiento de la Yihad Islámica Palestina, al aseverar que la guerra no ha terminado, ha subrayado que la Resistencia expulsarán a los sionistas de Palestina.
Según el diario palestino SAFA, el jefe del buró político de la Yihad Islámica de Palestina, Muhamad al-Hindi, ha afirmado este sábado que la Operación Espada de Al-Quds es una muestra de la unidad de los palestinos en el campo de batalla.
Asimismo, ha manifestado que, en conformidad con el acuerdo del 21 de mayo, se estableció un alto el fuego entre la Resistencia palestina y el régimen israelí, pero la guerra no ha cesado y sigue en curso debido a que Tel Aviv se niega a aceptar su derrota en la Operación de Espada de Al-Quds.
“Nuestra guerra con Israel es una guerra de voluntades”, ha aseverado el funcionario palestino, enfatizando que “obligaremos a los líderes de Israel a abandonar la Cisjordania ocupada, Al-Quds [Jerusalén] y, por ende, toda Palestina”.
De acuerdo con Al-Hindi, el régimen de Israel está intentando tomar la iniciativa en la arena política no poniendo fin a sus ataques a Cisjordania y Al-Quds, ni a su asedio a la Franja de Gaza.
A este respecto, ha puesto de relieve que el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) y la Yihad Islámica están impulsando sus relaciones para hacer frente a Israel como dos pilares de la Resistencia, agregando que los sistemas de defensa del régimen israelí son incapaces de hacer frente a los esfuerzos palestinos.
Además, Al-Hindi ha rechazado la normalización de relaciones de algunos países árabes con Israel, tildando esta medida de “una puñalada por la espalda” para la Yihad Islámica y las santidades islámicas.
El 10 de mayo, el mundo enteró pasó a atestiguar otra escalada de violencia de manos de Israel contra los palestinos en la Franja de Gaza. Conforme al Ministerio gazatí de Salud, en esta ofensiva 260 palestinos, entre ellos 66 niños y 40 mujeres, perdieron la vida.
No obstante, la Resistencia palestina, en el marco de la Operación Espada de Al-Quds, dio una lección inolvidable, pues respondió con miles de cohetes y misiles, obligando a Israel a declarar, el 21 de mayo, que su gabinete había aceptado un cese el fuego “sin condiciones” con los grupos de la Resistencia palestina en el enclave de Gaza, por mediación de Egipto.
Según la Resistencia palestina, ese paso de Israel equivalió a “admitir el fracaso y una huida del campo de batalla”, donde fue humillado por los grupos palestinos, más unidos que nunca.
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