Soldados del ejército israelí lanzan granadas de humo contra manifestantes palestinos en Al-Jalil. 29 de julio de 2021. (Foto: Reuters)
Las fuerzas israelíes hieren a 270 palestinos en las protestas contra los asentamientos ilegales y en el funeral de un joven palestino muerto la víspera.
Los choques más intensos han estallado después del rezo de este viernes cuando los soldados del régimen israelí abrieron fuego contra los palestinos que rechazaban la construcción de nuevos asentamientos ilegales en Yabal Sabih en la localidad de Beita al sur de la ciudad de Nablus, en la Cisjordania ocupada.
Según ha informado la agencia palestina de noticias Maan, 168 palestinos han resultado heridos durante estos enfrentamientos con las fuerzas de ocupación, cinco de ellos fueron disparados con balas reales y 24 con balas de metal recubiertas de goma.
“132 sufrieron asfixia como consecuencia de los gases lacrimógenos lanzados por las fuerzas israelíes, mientras que otros siete sufrieron lesiones”, ha detallado Ahmed Yibril, el jefe del Servicio Médico de Emergencia de la Media Luna Roja Palestina (MLRP) en Nablus.
Las fuentes locales han agregado que los militares israelíes usaron aviones no tripulados (drones) para lanzar botes de gas lacrimógeno contra los palestinos.
Otros reportes han indicado que, además de Yabal Sabih, los duros choques han tenido lugar también en el área de Al-Houte.
El puesto de avanzada del asentamiento de Eviatar cerca de Nablus se ha convertido durante los últimos dos meses en uno de los puntos focales de las pugnas entre los colonos, respaldados por las fuerzas israelíes, y los palestinos. Las autoridades israelíes han decidido convertir Eviatar en una base militar.
El martes, el Ministerio de Salud palestino anunció que al menos 200 manifestantes palestinos resultaron heridos por el disparo de balas o gases lacrimógenos lanzados por soldados israelíes en Nablus.
Las protestas contra los asentamientos se producen, en tanto que Israel ha intensificado sus actividades de construcción de colonias ilegales desafiando la Resolución 2334 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU), según la que el expansionismo israelí en Cisjordania y la ocupada Al-Quds (Jerusalén) constituye “una flagrante violación del derecho internacional”.
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