Los palestinos están listos para conmemorar el 66.º aniversario del Día de la Nakba (la catástrofe), cuando se registró el desalojo forzoso de cientos de miles de palestinos de su patria por las tropas israelíes en 1948.
En este sentido, el Comité Nacional para la Conmemoración de la Nakba emitió el miércoles un comunicado en el que reiteró que el derecho al retorno de los refugiados palestinos es “innegociable”.
"El pueblo palestino recuerda este ominoso día y el continuo sufrimiento durante décadas y al mismo tiempo exige que el derecho al retorno sea honrado", se lee en el comunicado.
El texto recordó también que, desde 1948, los palestinos han sido testigos de la expansión de los asentamientos israelíes, los esfuerzos para judaizar Al-Quds (Jerusalén) y muchas otras dificultades.
El 15 de mayo de cada año, los palestinos recuerdan la ocupación israelí de los territorios de Palestina y la formación del régimen ilegal de Israel en 1948, cuando las fuerzas del régimen de Tel Aviv obligaron a casi 700.000 palestinos a refugiarse en los países vecinos.
Los israelíes también borraron unas 500 aldeas y ciudades palestinas del mapa, dejando un total de 4,7 millones de refugiados palestinos en espera de un eventual retorno a su patria después de más de seis décadas.
En este sentido, el Comité Nacional para la Conmemoración de la Nakba emitió el miércoles un comunicado en el que reiteró que el derecho al retorno de los refugiados palestinos es “innegociable”.
"El pueblo palestino recuerda este ominoso día y el continuo sufrimiento durante décadas y al mismo tiempo exige que el derecho al retorno sea honrado", se lee en el comunicado.
El texto recordó también que, desde 1948, los palestinos han sido testigos de la expansión de los asentamientos israelíes, los esfuerzos para judaizar Al-Quds (Jerusalén) y muchas otras dificultades.
El 15 de mayo de cada año, los palestinos recuerdan la ocupación israelí de los territorios de Palestina y la formación del régimen ilegal de Israel en 1948, cuando las fuerzas del régimen de Tel Aviv obligaron a casi 700.000 palestinos a refugiarse en los países vecinos.
Los israelíes también borraron unas 500 aldeas y ciudades palestinas del mapa, dejando un total de 4,7 millones de refugiados palestinos en espera de un eventual retorno a su patria después de más de seis décadas.
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