El mapa moderno de Oriente Medio, una zona significativa política y económicamente en el orden internacional, está a punto de cambiar ante la continuada ola de convulsiones sociales y conflictos, tanto activos como latentes, en la región.
La devastadora guerra en Siriaamenaza con extenderse más allá de sus fronteras, mientras que las consecuencias colaterales de la primavera árabe están desgarrando la región debido a la rivalidad y el odio entre creencias, tribus y etnias.
La colaboradora de 'The New York Times', analista internacional, periodista y escritora estadounidense Robin Wright ofrece un mapa de Oriente Medio reconfigurado, que podría ser la consecuencia de todas estas tensiones en su totalidad o de alguna de ellas.
Siria, ¿un catalizador?La lucha sectaria e interétnica podría dividir el país en al menos tres partes:
1. Los alauitas, una minoría que lleva varias décadas gobernando el país, controla la zona costera.
2. El Kurdistán sirio podría escindirse de ese país para unirse a los kurdos de Irak.
3. La parte central, poblada por suníes, se separaría y podría unirse a varias provincias iraquíes para formar Sunitistán.
Desbordamiento hacia Irak Es muy probable que los kurdos en el norte de Irak se unan a los kurdos sirios y que muchas de las partes centrales controladas por los suníes se incorporen a los suníes sirios. Mientras el sur se convertiría en Chiitistán, un país dominado por esta corriente religiosa.
Desintegración de Libia
A consecuencia de sus agudas rivalidades tribales y regionales, Libia se dividiría en dos partes históricas –Tripolitania y Cirenaica– y posiblemente en el tercer Estado de Fezán, en el suroeste.
Arabia Saudita recupera las fronteras premonárquicas
A largo plazo, las divisiones internas suprimidas en Arabia Saudita podrían emerger de nuevo con la entrega del poder a la próxima generación de príncipes.
La unidad del Reino es además amenazada por diferencias tribales, por la división suní-chiita, así como por desafíos económicos. Como resultado el Reino podría desintegrarse en cinco, las mismas regiones que precedían el Estado monárquico.
División de Yemen
El país árabe más pobre podría volver a partirse en dos tras un potencial referendo sobre la independencia en el sur del territorio.
En un escenario más dramático, Yemen del Sur podría integrarse parcial o enteramente en Arabia Saudita. Este último país realiza su comercio casi completamente por vía marítima, así que poder contar con un acceso directo al mar Arábigo reduciría su dependencia del golfo Pérsico, haciendo al país también menos vulnerable ante la posibilidad de que Irán bloquee el Estrecho de Ormuz, uno de los pasos principales para el comercio petrolífero.
Ciudades-Estado
De facto podrían emerger también ciudades-Estado, ya sean los oasis de múltiples tipos como Bagdad, enclaves bien armados como Misurata (la tercera ciudad de Libia) o zonas homogéneas como Jabal al-Druze en el sur de Siria.
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