La intimidación y amenaza israelíes de una guerra en Líbano llegaron a niveles surrealistas, mientras el ejército sionista es incapaz de desmantelar las capacidades de Hamas después de ocho meses de guerra contra Gaza.
Combatientes de Hizbullah. El gobierno de Estados Unidos e “Israel” coordinaron una campaña para aumentar la presión sobre Hizbullah y buscar cierta flexibilidad en una solución negociada en la zona fronteriza.
Según el jefe de redacción del Centro Carnegie para el Medio Oriente, Michael Young, durante su visita a Estados Unidos escuchó de una delegación israelí el compromiso estadounidense a apoyar a la entidad ocupante en caso de un conflicto con Hizbullah.
Las declaraciones llevaron a un comentarista a decir a un periódico libanés que la luz roja emitida por la administración de EE. UU. contra una operación israelí en el Líbano pasó a naranja y pronto podrá ser verde.
A criterio de los funcionarios estadounidenses, cualquier guerra sería catastrófica tanto para “Israel” como para Líbano.
Young también destacó que el nivel de intimidación y amenaza israelíes de una guerra en Líbano llegaron a niveles surrealistas, mientras el ejército sionista es incapaz de desmantelar las capacidades de Hamas después de ocho meses de guerra contra Gaza.
En realidad, “Israel” no tiene otra opción que una solución negociada para llevar a un mejor resultado, apuntó.
No obstante, existen dos enfoques amplios a seguir por los israelíes para tranquilizar a los colonos del norte y alentarlos a regresar a sus hogares. El primero es limpiar la zona fronteriza de Hizbullah y, el segundo invadir el territorio libanés y tratar de imponer un nuevo equilibrio de poder.
De acuerdo con la prensa local, “Israel” no está en condiciones de librar una guerra en múltiples frentes debido a una profunda escasez de capital humano y ello debería ser considerado.
Por esa razón, señaló Young, quizás la solución más confiable para los israelíes sea rechazar con vehemencia la reanudación del statu quo de antes del 7 de octubre de 2023, el cual mantuvo la estabilidad en el sur durante dieciocho años.
Sin embargo, aceptar eso sería no solo un reconocimiento del fracaso de los objetivos declarados de la guerra y tampoco tranquilizaría a los residentes del norte, lo cual llevaría a muchos a alejarse de manera permanente de la región.
En opinión de Young, el problema de “Israel” es tratar de resolver siempre las cosas por medio de la violencia, pero esa lógica produjo rendimientos decrecientes en las últimas tres décadas.
De acuerdo con el periódico estadounidense The Wall Street Journal, los esfuerzos de la administración Biden para reducir los crecientes enfrentamientos fronterizos entre “Israel” y Hizbullah en el sur de Líbano enfrentan fuertes vientos en contra debido a la dificultad de Washington para organizar un alto el fuego en la Franja de Gaza.
Los vínculos entre los dos frentes subrayan el dilema diplomático de la Casa Blanca en su intento de evitar una guerra a gran escala, la cual podría arrastrar a Irán y expandir el conflicto más allá de Gaza.
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