Fuentes de noticias libanesas informaron sobre el derribo de un dron israelí en la región de Wazzani, ubicada en el sur del Líbano. Aunque por el momento aún no está clara la causa del incidente, el Hezbolá libanés había advertido en reiteradas ocasiones a Israel contra cualquier acción de provocación.
A principios de junio, un dron israelí tipo Skylark fue derribado en el sur del Líbano. Al respecto, Amikam Norkin, el comandante de la fuerza aérea del régimen sionista, admitió en abril pasado que Tel Aviv ya no tenía una superioridad aérea indiscutible sobre el Líbano.
Norkin admitió que Israel ha reducido los vuelos de reconocimiento sobre el Líbano durante aproximadamente un año, después de que uno de sus drones fuera derribado por un misil antiaéreo libanés de Hezbolá el 8 de octubre del año pasado.
El mismo día, el Hezbolá libanés anunció en un comunicado que sus combatientes lograron derribar un dron sionista a las 13:55 hora local en las afueras de la aldea de Yatar, en el sur de Líbano.
El canal Kan de Israel escribió recientemente que la decisión de Israel interrumpió la capacidad del régimen para recopilar información de los cielos del Líbano.
Nurkin dejará su cargo y entregará el mando de la fuerza aérea a Tomer Bar para poner fin a sus 37 años en el ejército sionista.
Es en este contexto que el Primer Ministro del régimen sionista, quien había afirmado que Israel estaba preparado para enfrentar cualquier amenaza, se retiró de su cargo declarando que el régimen no buscaba un conflicto con Hezbolá.
Durante su reunión con Benny Gantz, el ministro sionista de guerra en las fronteras de la Palestina ocupada, dijo que la tensión no es de interés para el régimen sionista, y afirmó que la guerra entre Israel y Hezbolá podría provocar tensiones en la región sin ninguna razón.
Al repetir acusaciones falsas sin fundamento contra el movimiento Hezbollah y sus vínculos con la República Islámica de Irán, este funcionario sionista dijo que las operaciones de Hezbollah ponen en peligro al Líbano ya sus ciudadanos.
Las palabras de Lapid se producen cuando afirmó anteriormente que Hezbolá estaba jugando con fuego y que sus acciones ponían en peligro las negociaciones para determinar las fronteras marítimas entre el Líbano y el régimen sionista.
El ejército israelí anunció el sábado 2 de julio que había derribado tres drones de Hezbolá que se dirigían hacia la plataforma de gas Karish en el Mediterráneo oriental. Sin embargo, la respuesta de Hezbollah en un comunicado es clara: los drones cumplieron con éxito su misión de recopilar información, mucho antes de que los sistemas de defensa aérea israelíes pudieran detectarlos.
Tras esta acción, un general de brigada del ejército sionista admitió que Hezbollah pudo atacar simultáneamente con cientos de drones contra objetivos estratégicos en los territorios ocupados.
Por su parte, el portavoz del ejército del régimen sionista, Ran Kochav, dijo el domingo (2 de julio) que el Hezbolá libanés buscaba debilitar la existencia del régimen por mar, tierra y aire.
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