Combatientes de las Brigadas Al Qassam, el brazo armado del movimiento de resistencia palestino Hamás (Foto de archivo)
El apoyo sin reservas de los gobiernos occidentales a las atrocidades del régimen israelí contra los palestinos ha tenido más bien un efecto contraproducente, pues ha reforzado la resistencia regional frente a la entidad ocupante, afirma un académico.
Amal Saad, profesora libanesa de política en la Universidad de Cardiff, especializada en asuntos del Eje de Resistencia regional, hizo estas declaraciones en una serie de publicaciones en la plataforma de redes sociales X el miércoles.
“Lejos de proteger a Israel o asegurar su longevidad, su apoyo incondicional (el de los gobiernos occidentales) ha marcado el comienzo de un nuevo y formidable paradigma de resistencia en todo Medio Oriente”, señaló.
“La agresión israelí apoyada por Occidente ha fomentado y alimentado el crecimiento del Eje de la Resistencia de maneras que Israel solo nunca podría haber logrado, consolidando los vínculos entre sus miembros al tiempo que mejora sus capacidades militares colectivas y expande su influencia regional”, señaló el académico.
Este apoyo ha visto a los estados occidentales brindar un respaldo político, militar y de inteligencia desenfrenado a la guerra del régimen desde octubre hasta el presente en la Franja de Gaza y a sus más de una semana de crecientes ataques mortales en toda la Cisjordania ocupada.
Los movimientos de resistencia de Gaza, Hamás y la Yihad Islámica, han hecho frente a la agresión contra la franja costera. Sus representantes y grupos de resistencia afines en Cisjordania también han hecho frente a la agresión contra el territorio ocupado de manera decisiva y concertada.
Mientras tanto, los grupos de resistencia en el resto de la región, en particular los procedentes del Líbano, Irak y Yemen, han estado realizando numerosas operaciones contra los territorios palestinos ocupados en apoyo de los habitantes de Gaza afectados por la guerra y sus compatriotas palestinos en Cisjordania.
Por lo tanto, la agresión israelí apoyada por Occidente ha contribuido más bien a “alterar el equilibrio de poder regional y poner en peligro involuntariamente la viabilidad a largo plazo de Israel como entidad colonial de asentamiento”, concluyó Saad.
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