El portavoz de Hamás, Muhammad Hamadeh.
El movimiento de resistencia palestino Hamás dice que los ataques del lunes contra reuniones y puestos de control de israelíes en la ocupada Cisjordania fueron una respuesta al asalto al recinto de la mezquita de al-Aqsa un día antes por parte de extremistas israelíes.
El portavoz de Hamás, Muhammad Hamadeh, hizo estas declaraciones horas después de que se llevaran a cabo ataques a tiros contra fuerzas militares israelíes y colonos en varias partes de la ocupada Cisjordania.
Hamadeh dijo que los ataques fueron “una respuesta natural” a los actos criminales de los ocupantes que irrumpieron en la mezquita de Al Aqsa el domingo.
El funcionario de Hamas dijo que los ataques contra los israelíes deberían ser vistos como parte de una campaña de movilización en Palestina para defender los lugares sagrados musulmanes en la ciudad ocupada de al-Quds contra los ataques de los colonos.
Israelíes extremistas han estado asaltando la mezquita de Al Aqsa en los últimos meses como parte de lo que muchos expertos creen que es un complot para hacer una presencia regular en los lugares sagrados para convertirla en un templo.
Con el apoyo del régimen israelí y sus fuerzas de seguridad, los colonos han hecho llamamientos para que los extremistas se reúnan en el complejo de la Mezquita de al-Aqsa coincidiendo con las festividades del Año Nuevo judío que comenzaron el 17 de septiembre.
Los palestinos han reaccionado con enojo ante la presencia de israelíes en la mezquita organizando protestas y atacando a las fuerzas del régimen y a los colonos extremistas.
Por otra parte, el lunes, Arabia Saudita condenó el último acto de incursión de extremistas israelíes contra la mezquita de al-Aqsa, responsabilizando directamente al régimen de Tel Aviv de las repercusiones de tales provocaciones.
En una declaración, el Ministerio de Asuntos Exteriores saudí dijo que el asalto del domingo a la mezquita de Al Aqsa por parte de un grupo de extremistas israelíes, que tuvo lugar bajo la protección de las fuerzas israelíes, constituyó "una provocación a los sentimientos de los musulmanes de todo el mundo".
"El Ministerio de Asuntos Exteriores responsabiliza plenamente a las fuerzas de ocupación israelíes por las repercusiones de estas continuas violaciones", afirma el comunicado.
El recinto de la Mezquita de al-Aqsa se considera un lugar sagrado donde sólo los musulmanes pueden celebrar oraciones y rituales religiosos.
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