En las últimas semanas, los colonos sionistas han aumentado sus ataques violentos contra los palestinos en varios pueblos y ciudades de la Cisjordania ocupada y Al-Quds (Jerusalén). Estos ataques han sido respaldados por ministros del gobierno de ocupación israelí y protegidos por el ejército israelí.
El viernes, dos jóvenes palestinos fueron tiroteados y heridos con balas reales, mientras que otros cuatro fueron arrestados durante una incursión de las fuerzas de ocupación israelíes en el campo de refugiados de Askar en Nablus. Las fuerzas de ocupación también registraron las casas de los palestinos en el área y realizaron más arrestos.
En otro ataque el jueves por la noche, los colonos sionistas atacaron vehículos palestinos en Belén y ciudadanos en las ciudades de Silwan y Yabal Mukaber, en la Jerusalén ocupada, causando heridos. Los colonos también rompieron ventanas de vehículos cerca de Nahalin, al oeste de Belén.
Asimismo, estallaron enfrentamientos con las fuerzas de ocupación en Yabal al-Mukaber en Jerusalén, y las fuerzas dispararon bombas de sonido y gas contra los ciudadanos. La Sociedad de la Media Luna Roja Palestina anunció que cinco personas resultaron heridas como resultado de los ataques de las fuerzas de ocupación y los colonos contra la población de Silwan.
Los residentes de la ciudad de Turmusaya en Ramalá también respondieron a un ataque de los colonos en su ciudad, que experimentó enfrentamientos violentos el miércoles. Fuentes palestinas informaron que los residentes obligaron a los atacantes a huir después de enfrentarse a ellos, ya que tenían la intención de quemar las propiedades de los ciudadanos.
Estos ataques en aumento son motivo de gran preocupación para la comunidad palestina y han resultado en numerosos heridos y arrestos. Se ha instado a la comunidad internacional a tomar medidas para abordar estas continuas violaciones de los derechos de los palestinos.
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