Las municiones DIME fueron desarrolladas por la Fuerza Aérea de los EE.UU. en 2006 y desde entonces han sido probadas repetidamente en la población civil de Gaza, que durante mucho tiempo han servido como ratas de laboratorio involuntarias para la industria armamentista del régimen sionista de Israel.
Las bombas DIME contienen tungsteno, un metal cancerígeno que ayuda a producir explosiones increíblemente destructivas que cortan la carne y los huesos, a menudo decapitando las extremidades inferiores de personas dentro del radio de explosión.
El famoso médico noruego Mads Gilbert, que presenció las horribles lesiones causadas por las bombas DIME durante el ataque israelí de Gaza en 2009, dijo a The Electronic Intifadapor teléfono desde el hospital al-Shifa en la ciudad de Gaza que los pacientes están apareciendo con lesiones relacionadas con DIME.
Erik Fosse, un médico noruego que trabaja en Gaza, dice que el arma “hace que el tejido se desprenda de la carne”.
Según Fosse y su colega Mads Gilbert, el arma generalmente amputa o separa las extremidades inferiores y los pacientes a menudo no sobreviven.
Ares especuló que las IDF (fuerzas de defensa de Israel, por su sigla en inglés) está usando armas suministradas por la Fuerza Aérea de los EE.UU.; un portavoz le dijo al sitio que “no podemos divulgar información sensible sobre ventas militares extranjeras”.
“Todos los pacientes que vi habían sido alcanzados por bombas disparadas desde drones no tripulados. La bomba cayó al suelo cerca de ellos y explotó”.
Es muy probable que Israel haya desarrollado su propia versión de DIME.
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