Es un eufemismo decir que el impasse israelí en Siria es total. El periodista israelí Tsivi Yahzikili ha estimado durante una reciente entrevista concedida al Canal 13 de la televisión israelí que “Israel” ha fracasado en lo que respecta a conseguir sus objetivos en Siria. Esta opinión es compartida por buena parte de los medios políticos y militares israelíes.
Yahzakili señala que “Israel” y su ejército son incapaces de “expulsar a Irán de Siria”, lo que constituye uno de los principales objetivos de Tel Aviv. “Los ataques aéreos y con misiles son totalmente inadecuados para suprimir a Irán y sus aliados de la ecuación siria. Hemos presionado a Rusia, e incluso a EEUU, pero esto no ha dado ningún resultado”.
La realidad, según él, es que Israel no puede más que contentarse con lanzar ataques militarmente inútiles y jactarse de balances de pérdidas que no son en absoluto verificables”, añade.
“Esta derrota estratégica podría incluso costarle su lugar al primer ministro Benyamin Netanyahu”, dicen otros analistas israelíes que se refieren a los comentarios recientes del parlamentario del Knesset, Yair Lapid. Este último afirmó que el primer ministro ya no podía seguir siendo primer ministro porque simplemente no ganará las elecciones parlamentarias de septiembre.
“Han pasado dos años desde que Netanyahu actuó únicamente dentro de sus propios intereses, una actitud que terminó infligiendo a Israel fracasos sucesivos en todos los frentes: en Siria, el Líbano, Gaza y otros lugares”, dijo Yair Lapid.
Al comentar sobre el ataque con misiles contra el sur de Damasco el miércoles 24 de julio, el analista iraní Hadi Mohammadi describe la derrota del régimen de Tel Aviv: “La toma de Daraa y Quneitra por parte del ejército sirio en 2018 supuso una derrota de los terroristas takfiris que Israel había sostenido en el sur de Siria desde 2011. Muchos de estos terroristas fueron evacuados a Idleb. Desde 2018, el régimen de Tel Aviv ha multiplicado los ataques con misiles contra el territorio sirio, sin osar nunca enviar sus aviones al cielo sirio. La razón es clara: el régimen de Tel Aviv tiene miedo a que sus aviones sean destruidos por los S-200 o los S-300 sirios, que ya han demostrado su capacidad para luchar. Para colmo de males, Tel Aviv asiste al retorno de la Resistencia al sur de Siria, no lejos de las fronteras del Golán ocupado. El ataque del miércoles 24 de julio es sintomático de este fracaso”, señala el analista.
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