La actual ofensiva turca en el noreste de Siria y su efecto de eliminar la posibilidad la creación de una entidad kurda en el noreste de Siria son vistos como algo negativo dentro de “Israel”, que no ha hecho un secreto de su estrategia de alentar el separatismo kurdo en los estados árabes y musulmanes de la región.
Esta posición forma parte de la “estrategia del anillo de estados” esbozada por el fundador de la entidad sionista, David Ben Gurion. Él planteaba una alianza anti-árabe con las partes que rodeaban el mundo árabe, como el Irán del Shah, Turquía y los kurdos. En el caso de Irán y de Turquía tal proyecto ha fracasado desde el establecimiento de la Revolución Islámica de 1979 en Irán y el ascenso de Erdogan y el islamismo político en Turquía.
De este modo, ya solo quedaban los kurdos. Los líderes israelíes continuaron promoviendo esta doctrina en Iraq, donde apoyaron la creación de un estado kurdo, siendo “Israel” el único apoyo que tuvieron los independentistas kurdos en su fallido plan para separarse de Iraq en 2017. También buscaron hacer lo mismo en Siria.
En un discurso pronunciado por el primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, en el Instituto de Seguridad Nacional en 2014, él dijo abiertamente que la entidad sionista apoyaba la creación de un “Kurdistán” independiente.
“Israel” ve la división de los estados de la región como una oportunidad para establecer su hegemonía e incluso garantizar su supervivencia. Sin embargo, hoy en día tales planes parecen poco factibles dado el establecimiento de un amplio consenso internacional sobre el mantenimiento de las fronteras en Oriente Medio. Esto no impide, sin embargo, que las administraciones estadounidenses, bajo la influencia del lobby pro-israelí en EEUU, hayan tratado de apoyar tales proyectos, como sucede en el noreste de Siria.
Sin embargo, la oposición de Damasco, de Rusia y de Irán al establecimiento de una entidad kurda en el noreste de Siria ha abortado el intento de creación de una entidad kurda independiente. Aquí hay que destacar también el papel de Turquía, que ve en tal entidad una amenaza letal para su propia unidad nacional, que también está en peligro debido a los planes israelíes en la región.
Pese a que la actual ofensiva turca supone una violación inaceptable de la soberanía siria, ella tiene, sin duda, un aspecto positivo que es la destrucción o debilitamiento de los grupos separatistas kurdos sirios, que habían traicionado abiertamente a su país al aliarse con EEUU. La transferencia de refugiados sirios al noreste de Siria también tiene por objetivo el de convertir a los kurdos en una minoría en esta región, lo cual imposibilitará aún más cualquier intento de los grupos separatistas de proclamar una entidad autónoma.
En todo caso, la entidad sionista está más que preocupada dado que está rodeada cada vez por un anillo de estados hostiles, entre los cuales cabe incluir a la propia Turquía, mientras se debilita su relación con Jordania y Egipto, los únicos países árabes con relaciones diplomáticas con Tel Aviv, tras el traslado de la embajada de EEUU a Al Quds y el anuncio de planes futuros israelíes para la anexión de territorios palestinos de Cisjordania. Cabe señalar que Turquía e Irán son los estados más poderosos de la región y ellos tienen capacidad suficiente para abortar cualquier intento israelí de sembrar la división dentro de la misma.
Yair Golan, un antiguo jefe de Estado Mayor del Ejército israelí, señaló que la ofensiva turca en el noreste de Siria supone “un desarrollo muy negativo para Israel” dado que los grupos armados kurdos eran “una fuerza muy positiva” contra el régimen sirio y la presencia iraní en la región y un contrapeso a los turcos”. Él cree que el golpe a los grupos kurdos supondrá “un incremento de poder para Turquía, pero también para el régimen sirio y sus aliados, y en primer lugar Irán”. Él añadió que Israel es “un pequeño estado” y no tiene la capacidad de apoyar a las fuerzas kurdas y cualquier acción israelí no cambiará la situación sobre el terreno.
Recientemente, más de 100 oficiales en la reserva enviaron una carta a Netanyahu y al jefe de Estado Mayor, Aviv Kochavi, llamándoles a realizar un esfuerzo para ayudar a los grupos armados kurdos, incluyendo una campaña de propaganda internacional. En este sentido, la actitud hostil contra Turquía de diversos senadores pro-sionistas en EEUU es un reflejo de este llamamiento israelí. Sin embargo, esto no parece haber impresionado a los turcos.
http://spanish.almanar.com.lb/362837
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