Danny Danon, embajador de Israel en la ONU, dijo el lunes por la tarde que la Tierra Prometida, incluida Cisjordania (Judea y Samaria) pertenece al pueblo judío por derecho divino, ya que Canaán es un regalo que les hizo Yahvé (Dios), para que allí fundaran el centro espiritual del mundo.
“Dios entregó esa tierra al pueblo de Israel, tal como dice el Génesis, cuando hizo un pacto con Abraham (Ibrahim para los musulmanes)”, enfatizó Danny Danon dirigiéndose al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, especie de Areópago griego (Tribunal) que entiende de asuntos religiosos y políticos.
El diplomático remarcó que la Biblia es un texto sagrado que ha sido aceptado por las tres religiones monoteístas, por lo que “El Corán reconoce el hecho de que la Tierra Santa (Palestina), pertenece al pueblo judío”.
Danny Danon, de 47 años de edad, pasó por alto que “esas tierras sagradas” pertenecieron durante 1.500 años a los árabes y al Imperio Otómano -salvo un corto periodo en época de las cruzadas- y, como si ese tiempo equivaliese a unos cinco minutos, enfatizó que “durante dos mil años los judíos de todo el mundo continuaron orando tres veces al día esperando que llegase el momento de su regreso a Sión”.
(Sión, que se refiere a un sector de Jerusalem, es mencionado en la Biblia como centro espiritual del mundo y la madre de todos los pueblos).
Agregó Danny Danon que “Palestina (y sus aliados) suponen una amenaza para la supervivencia de Israel y que la carta de la ONU de 1945 habla de los derechos de los Estados miembros a defenderse de los ataques armados”.
Justificó asimismo los asentamientos judíos en la Cisjordania ocupada (desde la guerra de los Seis Días, en 1967), señalando que los “colonos de Judea y Samaria viven en terrenos estratégicos para la seguridad de Israel”.
“Hemos ofrecido la paz a los palestinos, pero ellos han elegido la violencia (…) Es peligroso hablar con una parte que fomenta el odio y la agresión”, sentenció Danon.
Por su parte, el embajador palestino ante la ONU, Riad Mansur, recordó al Consejo de Seguridad que “la situación en los territorios ocupados se deteriora a gran velocidad (debido a la pobreza extrema y al desempleo que afecta a la mitad de la población) y que los anhelos de paz se están convirtiendo en una quimera”.
“Ahora sobran las palabras, ha llegado el momento de actuar con seriedad antes de que sea demasiado tarde (…) Palestina necesita soluciones urgentes, lo que también redundaría en beneficio de la comunidad internacional”, recalcó Mansur.
Riad Mansur recordó que “la libre autodeterminación de Palestina es apoyada por la mayoría de los países de la comunidad internacional, al igual que la creación de un Estado dentro de las fronteras fijadas en 1967”.
“Cualquier otra iniciativa que se aparte de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU está condenada al fracaso”, concluyó Mansur.
Israel ocupa actualmente – no gracias a Dios, sino gracias al Reino Unido y a EEUU- más del 85% de la Palestina histórica. De los catorce millones de palestinos que hay en el mundo, la mitad, unos siete millones, son refugiados repartidos en varios continentes.
Actualmente en las cárceles israelíes hay más de 6.000 presos políticos palestinos, incluidos 400 mujeres y niños, que sufren agresiones sexuales, torturas y amenazas contra sus familiares si no se comportan como corderitos y renuncian a su derecho a ser libres.
El gobierno ultraderechista de Benjamin Netanyahu aspira a crear “el Gran Israel” anexionándose Cisjordania, y tiene previsto aislar en “un macabro campo de concentración” a los dos millones de palestinos que viven, rodeados de alambradas electrificadas, en la franja de Gaza.
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