JERUSALÉN (Sputni) — El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, baraja distintas salidas ante las dificultades para formar una coalición suficiente para gobernar durante los próximos cuatro años, una de ellas es la convocatoria de elecciones anticipadas, apenas unas semanas después de los comicios celebrados en abril.
Otra posibilidad pasa por formar una coalición de solo 60 diputados, exactamente la mitad de los asientos que hay en la Knéset, aunque es plenamente consciente de que en ese caso le resultaría particularmente difícil gobernar.
Netanyahu impulsará una ley para lograr inmunidad y otra para debilitar al Supremo
Netanyahu todavía dispone de más de una semana para negociar con sus aliados un gobierno estable.
Si no lo consigue, el presidente Reuven Rivlin podría encargar a otro político la formación de un gabinete alternativo, si bien con la distribución de los asientos en el parlamento es prácticamente imposible encontrar una opción distinta a Netanyahu.
El primer ministro está enfurecido con el líder de Israel es Nuestra Casa, Avigdor Lieberman, quien condiciona su entrada en la coalición a que la Knéset apruebe una nueva ley que contemple el reclutamiento militar de los jóvenes ultraortodoxos.
El problema con esta demanda es que los partidos ultraortodoxos, que cuentan con 13 escaños, se oponen frontalmente.
En estas circunstancias, Netanyahu podría intentar gobernar con 60 diputados, es decir sin los cinco de Israel es Nuestra Casa que le proporcionaría una holgada mayoría.
El 23 de mayo Netanyahu acusó a Lieberman de querer facilitar un gobierno alternativo de izquierdas, aunque en realidad es prácticamente imposible que eso llegue a ocurrir.
En esta situación los analistas indican que si Lieberman no cede, no quedará más remedio que acudir de nuevo a las urnas.
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