domingo, 26 de junio de 2016

Ministro israelí propone anexionar Cisjordania y expulsar a los palestinos


Un ministro israelí ha afirmado que Tel Aviv debe dar un paso adelante y anexionar más de la mitad de Cisjordania inmediatamente después de expulsar a decenas de miles de palestinos de sus tierras, revelando así una vez más el carácter criminal de los gobernantes sionistas y su entidad.
El ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Uri Ariel, hizo estas declaraciones en Moscú, adonde viajó con el primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, el miércoles.
“Tenemos que aspirar a la anexión del Área C. Hay áreas donde no hay árabes. Debemos expulsar a algunos miles de otras”, dijo Ariel.
El Área C comprende el 60% de la Cisjordania palestina ocupada. Ella comprende 330.000 hectáreas y es un territorio totalmente gobernado por el Ejército israelí, aunque es hogar de 300.000 palestinos, según las Naciones Unidas.
Israel, sin embargo, afirma que sólo 50.000 palestinos residen allí.
Ariel, que es también miembro de la Knesset, es un ferviente partidario de la anexión del Área C. En enero, él pidió al régimen israelí que se apoderara de toda la zona.
“Debemos decir al primer ministro, al gobierno y a la Knesset que el tiempo ha llegado para anexionar el Área C. Sugiero que nos unamos en torno a este llamamiento”, señaló.
Ariel busca, sin embargo, la anexión de toda Cisjordania en un momento posterior. “Si alguien pregunta sobre las Áreas A y B, cabe decir que su tiempo llegará. Ya veremos cuando. Por ahora, acordemos anexionar el Área C”.
Según los acuerdos interinos de Oslo, firmados entre Tel Aviv y la Organización para la Liberación de Palestina en los años noventa, Cisjordania fue dividida en tres zonas.
El Área A, la más pequeña de todas, comprende un 18% del territorio y la Autoridad Palestina controla supuestamente la seguridad interna y la mayoría de temas civiles.
El Área B, que constituye en 22% de la zona rural de Cisjordania, es administrada por la AP para la mayoría de los temas civiles, pero los temas de seguridad corren a cargo del Ejército israelí.
El Área C está controlada en los temas civiles y de seguridad por el Ejército de ocupación israelí.
En las Áreas A y B, Israel disfruta de un control total sobre temas de seguridad y se reserva el derecho a entrar en dichas zonas en cualquier momento y realizar arrestos o llevar a cabo ejecuciones extrajudiciales allí.
El Ejército israelí nunca concede a los palestinos permisos de construir en el Área C. Según un informe de la ONU, más de 11.000 órdenes de demolición están en la actualidad pendientes de ejecución en el Área C.
La ONU anunció a finales de abril que un total de 588 estructuras palestinas, la mayoría de ellas en el Área C, han sido demolidas desde enero. Las demoliciones han afectado a más de 1.000 personas, que han perdido sus viviendas o estructuras relativas a sus fuentes de ingresos.
Otros responsables israelíes, como el líder del partido ultra Hogar Judío, Naftali Bennett, han sugerido también la anexión del Área C y la expulsión de los palestinos que habitan en ella a Jordania.


domingo, 19 de junio de 2016

Mario Vargas Llosa: “Israel va en una dirección que no puede traer nada bueno”

En su sexta visita a la región, Mario Vargas Llosa ha recogido material para contribuir a la publicación, el año que viene, de un libro coral que denunciará la ocupación de los territorios palestinos. Al término de un periplo de cinco días por Palestina, el premio nobel ha advertido que la deriva de Israel es peligrosa para el propio Israel y para la región.

El escritos peruano y Premio Nobel Mario Vargas Llosa, en una conferencia en la Cámara de Comercio de Argentina. AFP / EITAN ABRAMOVICH
EUGENIO GARCÍA GASCÓN

JERUSALÉN – Los idilios de Mario Vargas Llosa no son solo terrenales. Su devoción por Israel empezó cuando visitó el país por primera vez en los años sesenta alojándose en el kibutz Hulda y reuniéndose con Amos Oz. En aquella época los kibutz eran lugares de peregrinación obligados para la gente de izquierdas, y para los intelectuales occidentales en general, que después regresaba a sus propios países deshaciéndose en elogios.

Esta semana el premio nobel de Literatura ha visitado Israel por sexta vez, aunque para ser precisos lo que ha visitado ha sido Palestina. Ha estado cinco días viajando de un lugar a otro, regresando a Hebrón, la ciudad cisjordana dividida que en ocasiones anteriores le causó una profunda impresión, y también se ha reunido con colonos judíos de los asentamientos ilegales que proliferan por los territorios ocupados.

Al término de la gira concedió una rueda de prensa en el hotel Ambassador, situado en el sector ocupado de Jerusalén, donde resumió su experiencia. “Israel está orientado en una dirección que no puede traer nada bueno ni a Israel ni a la región”, declaró con preocupación.
Durante los veinte minutos escasos en que se dirigió a la prensa, mencionó en varias ocasiones el nacionalismo y la religión como los vectores más alarmantes de este país que ahora es “más conservador y reaccionario”. “El fanatismo me espanta y el fanatismo religioso me produce repugnancia tanto si es israelí como si es palestino como si es ruso”.

“Es muy preocupante el nacionalismo que se observa en Israel. La presión de los nacionalistas israelíes no es preocupante únicamente para los palestinos sino también para el futuro de Israel. Es un ejemplo de cómo un país se puede deteriorar”.

“No se puede negar que hay una ocupación que puede ser peligrosa para Israel”, insiste el premio nobel, “pero hemos vivido épocas recientes en las que hemos visto cosas inverosímiles, de manera que también es posible que Israel cambie sus políticas”.

“Lo que siempre he admirado en Israel lo sigo admirando: es una democracia para los israelíes y también el proceso de integración de gentes tan diversas, pero se ha convertido en un país colonial y durante esta estancia he observado un empequeñecimiento de la izquierda”.

Vargas Llosa forma parte de un grupo de 26 escritores internacionales, israelíes y palestinos, que han visitado o van a visitar la región para preparar textos sobre temas específicos de la ocupación con los que se editará un libro el año que viene coincidiendo con el 50 aniversario de la guerra de 1967 y el inicio de la ocupación.

Vargas Llosa insistió en que está en contra del boicot a Israel pero no ofreció ninguna alternativa para acabar con la ocupación. Durante los cinco días que ha estado en Palestina, Israel ha anunciado varios proyectos para expandir las colonias en los territorios ocupados, e incluso ha anunciado nuevas medidas contra los israelíes que critican la ocupación.

El premio nobel argumenta que la campaña internacional de BDS (Boicot, Desinversiones y Sanciones) es contraproducente. “Estoy totalmente en contra porque significa penalizar a la cultura, que es penalizar a quienes más en contra están de la ocupación”.

Sin embargo, precisamente durante el periplo de Vargas Llosa, el ministerio de Cultura ha anunciado que para otorgar subvenciones preguntará a cualquier solicitante si boicotea las colonias de los territorios ocupados, una medida contra la que los artistas carecen de defensa y que profundiza aún más la normalización de la ocupación.

El boicot, no obstante, puede ser el arma menos negativa y dañina que tiene en sus manos la comunidad internacional para aplicar las leyes internacionales. Hace unos años un funcionario israelí de Exteriores recordó que lo que en la Sudáfrica del apartheid no consiguieron décadas de lucha armada y de lucha pacífica, lo consiguió el boicot en apenas dos años.

El daño que el boicot haría a Israel sería mínimo, como ocurrió en Sudáfrica, y sus ventajas serían, por el contrario, enormes. Ni Vargas Llosa ni nadie han indicado una alternativa al boicot. El BDS es probablemente la única manera razonable y sin consecuencias negativas que existe para acabar con una ocupación que dura medio siglo y que está causando infinitos problemas de todo tipo a millones de civiles palestinos.

“Son los israelíes los que deben cambiar las políticas de Israel. Existen ONGs e intelectuales dispuestos a enfrentarse a esta situación”, señaló Vargas Llosa. Sin embargo, estas ONGs son marginales y su peso en la política israelí es nulo, igual que ocurre con los escasos intelectuales que se atreven a abrir la boca y denunciar la ocupación.

Además, el argumento de Vargas Llosa también podía haberse aplicado a la Sudáfrica del apartheid, donde había intelectuales, muchos de ellos judíos, que se oponían al apartheid pero que no lograron su objetivo hasta que la comunidad internacional dio un paso adelante y decretó el boicot.

La diferencia con Sudáfrica es que en el caso de Israel la campaña del BDS tiene una importante base popular pero es rechazada por los gobiernos occidentales, que son los primeros responsables de que se mantenga la ocupación.

El hecho de que Vargas Llosa se haya sumado al proyecto de escribir un libro contra la ocupación tiene un gran significado, especialmente porque Vargas Llosa no es un intelectual de izquierdas sino un liberal, y los liberales en general rehuyen la tragedia de los palestinos.


viernes, 17 de junio de 2016

El judío que derribó el mito del Holocausto

FABIAN VAZQUEZ
Impresionante revelación de un judío que derribó el mito del Holocausto en la Segunda Guerra mundial, testimonio que le costó, entre otras cosas, que no fuese admitido en el cementerio judío, y que nadie de la ‘tribu’ pronunciase un elogio en sus exequias.
Ernst Zundel y Joseph G. Burg
Joseph G. Burg fue el décimo segundo testigo llamado por la defensa, él testificó el martes 29 de marzo y el miércoles 30 de marzo de 1988.
Por un periodo de ocho o nueve años anteriores al año 1981, Zündel mantuvo comunicación por carta y visitaba a Joseph G. Burg, un autor judío quien escribió varios libros sobre la Segunda Guerra Mundial. Entre sus libros están los siguientes: Guilt and Fate/Culpa y Destino, Scapegoats/Chivos Expiatorios, Zionist Nazi Censorship in the Federal Republic of Germany/Censura Sionista Nazi en la República Federal Alemana, National Socialist Crimes of Bad Conscience by Germans Against Germans under Zionist Direction/Crímenes de Mala Fe del Nacionalsocialismo por los Alemanes en contra de los Alemanes bajo la Dirección Sionista, y Major Attacks of Zionists against Pope Pius XII and the German Governments/Principales Ataques de los Sionistas en contra del Papa Pío XII y a los Gobiernos Alemanes. Burg ha discutido estos libros con Zündel y este último parece haberlos recibido bien.

En estos libros, Burg trata acerca del tema de los supuestos campos de exterminio nazi, Burg ha hablado con cientos de personas que estuvieron en Auschwitz y visitaron el campo en el otoño de 1945. Burg quiso ver el crematorio, los hospitales y en particular una nueva panadería muy grande. También quiso localizar las cámaras de gas, aunque en ese tiempo, tal procedimiento no se acostumbraba. Él no encontró ninguna cámara de gas. Burg así se fue formando la idea de que no existieron campos de exterminio, que las cámaras de gas nunca existieron y que tampoco hubo un plan para exterminar a los judíos de Europa. Estas opiniones fueron publicadas en sus libros y en su correspondencia con Zundel.

Burg también visitó Majdanek en tres ocasiones. Ahí sí encontró cámaras de gas, pero testificó que eran cámaras de desinfección para eliminar piojos y pulgas: esos bichos causaban epidemias. Estas cámaras eran de uso común en cada campo y cada una mostraba un letrero con el siguiente texto en alemán: “¡ Atención, gas venenoso!” junto con el símbolo de un cráneo humano simbolizando la muerte. Zuklon B era la nueva fórmula usada para desinfectar la ropa, ésta destruía los bichos sin dañar la tela.

Después de la guerra, Burg escuchó bastantes alegatos acerca de gente que fue gaseada en Auschwitz y Majdanek. Él probó que era una tontería o simple propaganda. Hasta el día de hoy, señaló, no existe ningún documento mostrando las órdenes de gasear a la gente o de quien había construido las cámaras y donde las había construido. Las autoridades alemanas han sido llamadas la “súper burocracia”. Por lo tanto, es inverosímil que no se haya encontrado un solo documento en todos estos años.

Burg dio testimonio de haber hablado con cientos de personas que sirvieron y operaron en los crematorios, pero las personas que operaban las cámaras de gas fueron imposibles de encontrar. Nadie ha publicado nada acerca de alguna declaración que diga que alguien había trabajado en una instalación para gasear seres humanos, y la literatura acerca de estos gaseos es completamente contradictoria. ¿Por qué? Porque todo fue inventado. Estas opiniones fueron publicadas en sus libros.

En cada campo habían crematorios, tenían un fin práctico, la gente moría. Cuando los alemanes ocuparon los territorios del este, se establecieron grandes campos y se dispusieron más crematorios de mayor capacidad a medida que la guerra progresaba. Hubo manifestaciones de epidemias que causaron y aceleraron las muertes. La preferencia por los crematorios fue debido a la higiene: este proceso era más higiénico que las inhumaciones y se necesitaba menos espacio.

Como cualquier otra actividad en los campos, los prisioneros se encargaban de los crematorios. Éste constituía el trabajo más difícil debido al calor y debido a que se tenían que colocar los cuerpos dentro de los hornos. Los prisioneros realizaban esta labor en tres turnos al día, y lo hacían voluntariamente. Los voluntarios se solicitaban por medio del consejo judío o la policía judía. Es importante indagar entonces, como pudo el consejo judío o la policía judía cooperar con las SS. alemanas.

Cuando estos crematorios funcionaban a toda su capacidad, las chimeneas arrojaban una gran cantidad de humo. De esta manera, era lógico que dependiendo del clima o de la hora del día, el color de las flamas fuera diferente. La gente inventó historias que supuestamente sucedían cosas malvadas dentro de éstos. Contaban que seres humanos aún vivos estaban siendo quemados. Ellos inventaron el relato de que cada crematorio era una cámara de gas. Incluso llegaron al punto de que tales autores dejaron volar tanto su imaginación, que cuando observaban humo de color azul, interpretaban que los judíos estaban siendo quemados [en los campos no sólo había judíos].

Otros inventaron el relato que judíos aún vivos estaban siendo empujados hacia los hornos. Burg testificó que le hubiera gustado ver a un judío ofrecer tales testimonios durante un proceso judicial. También dijo que en tal caso, un judío hubiera sido forzado a jurar bajo los ritos de un rabino, usando la kippa (el gorrito que usan en la cabeza), sin la presencia de imágenes de Cristo, con la Biblia hebrea, en la presencia de un rabino o de un judío piadoso. Entonces éste hubiera tenido que jurar que sí había visto algo. Pero estas declaraciones falsas, estas declaraciones enfermizas, se hubieran reducido en un 99.5% ya que tales juramentos superficiales no son moralmente obligatorios para esos judíos.

En el tiempo que Burg estuvo en los campos de emplazamiento de personas, habló con 30 o 40 personas sobre las cámaras de gas y con aproximadamente 5 a 10 personas acerca de los crematorios. Él tenía una especie de permiso especial que le permitía visitar las diferentes áreas en donde los judíos estaban situados. Él trató de interrogar a varias personas de diferentes ghettos y campos, ya que, en ese tiempo ya se había dado cuenta de muchas afirmaciones falsas.

En 1946, Burg asistió a los juicios de Nuremberg, en el tiempo cuando los asuntos sobre los judíos empezaban a tratarse. Durante una de estas comparecencias, conoció a Ilya Ehrenburg y a un editor judío, quienes habían estado en Auschwitz por muchos años. Burg preguntó al editor si el había visto alguna instalación para ‘gasear’ seres humanos, él contestó que no. Ehrenburg, quien había sido el dirigente de la propaganda para el Ejército Rojo durante la guerra, dijo a Burg que él había estado en Auschwitz pero que tampoco vio nada sobre ‘gaseos’ a seres humanos. Burg había discutido de toda esta información con Zundel. Burg nunca pudo entender el énfasis que se hacía sobre los ‘gaseos’.

Burg era hijo de judíos y pasó los días de la guerra en Transnystria, un área designada por los alemanes para la gente proscrita, como los judíos. Los judíos fueron proscritos ya que habían acogido al Ejército Rojo. La gente de esta región vivía en pequeñas villas y pueblos, pero tenían que arreglárselas por sí mismos y por lo tanto, no les iba mejor que a aquellos que estaban en campos de concentración. En los campos, las autoridades alemanas cuidaban de los prisioneros, ya que, era común que fueran usados como fuerza de trabajo. Hubieron ataques hacia los judíos en estas regiones, por parte de grupos étnicos extranjeros, pero ninguno de estos ataques fue organizado por los alemanes.

En 1946 y 1947, Burg vivió en Freising, un campo para judíos desplazados, cerca de Munich en la zona estadounidense. El director fue un oficial judío estadounidense. Burg sirvió ahí como delegado: él organizó la policía, la prisión, el diario, y los asuntos culturales. Organizó grupos y los condujo a las proximidades de Bavaria (el sur de Alemania), para mostrarles los lugares de interés, los museos y castillos. Sus experiencias en el campo fueron incluidas en su libro ‘Guilt and Fate / Culpa y Destino’.

Burg había leído un pasaje del folleto ‘Did Six Million Really Die? / ¿Realmente Murieron 6 millones?’:

La primera propuesta nazi para la solución Madagascar, fue hecha con asociación del Plan Schacht de 1938.

Burg testificó que la emigración de judíos desde la Alemania nazi, que nunca llegaron a Palestina, fue dificultada por los Sionistas. Los Sionistas impidieron que los judíos se dirigieran a otros países, ya que su interés era hacer que los judíos fueran a Palestina, adicionalmente, la mayoría de los países prohibieron la entrada de la emigración judía.

El Reich alemán quiso expulsar a los judíos: cómo y donde, fueron asuntos secundarios. La gente bajo el mando de Göring, al encargarse de los judíos, optaron por un plan propuesto por el fundador del movimiento Sionista, Theodor Herzl, que consistía en mover a los judíos a Uganda o a Madagascar. Ambas colonias pertenecían a Francia. El plan no funcionó, pero la sola existencia del plan, prueba que, por lógica, la liquidación de judíos nunca existió. La fuerza de trabajo que representaron fue necesaria. Burg hizo énfasis en que no hubo liquidación de judíos por parte de los alemanes.

El Acuerdo de Transferencia (Haavara) de 1933 fue uno de los incidentes más notables en la estructura del Holocausto. Bajo este acuerdo, se planeó que aproximadamente 2.5 millones de judíos fueran trasladados en camiones. El acuerdo nunca fructificó ya que los Sionistas no pudieron trasladar tal número de judíos a Palestina.

Burg ha descubierto que, los líderes Sionistas alemanes solicitaron, ya en 1933, que los judíos portaran la estrella de David amarilla. Los Sionistas no vieron en esto un insulto, sino un gesto heroico, tal y como las SS portaron la suástica. En 1938, el director del movimiento Sionista en el Tercer Reich, hizo portar a los judíos la estrella amarilla en contra de los deseos de Göring y Goebbels.

Burg escribió en su libro acerca de la cooperación que existió entre los líderes del Sionismo, incluyendo a David Ben-Gurion, con el régimen Nazi antes de la guerra. Muchos días después de que Hitler había sido nombrado Canciller, Rabbi Leo Baeck, anunció públicamente que los intereses del judaísmo eran idénticos a los intereses del Nacional Socialismo. Burg testificó que Baeck quiso decir ‘Sionismo’ y no ‘Judaísmo’. En ese tiempo, los Sionistas constituían el 1.5% de la población judía en Alemania. Unos días después otro líder Sionista haría una declaración similar. El sentido de estas declaraciones, testificó Burg, era la siguiente: “Nosotros los judíos nacionalistas, es decir, los Sionistas, estamos de acuerdo con este régimen. No nos avergonzamos de nuestras ideas nacionalistas”. Los alemanes que tuvieron que hacerse cargo de la cuestión judía, cooperaron inmediatamente con esta minoría de judíos con el fin de probar al mundo entero que ellos no eran anti-judíos sino que cooperaban con los judíos.

A principios de la década de los 30 del siglo pasado, como resultado de esta cooperación entre Nazis y Sionistas, aproximadamente 120.000 judíos emigraron desde Alemania hacia Palestina. Sin embargo, las dificultades comenzaron cuando Inglaterra, que administraba Palestina, se rehusó a permitir la inmigración debido al malestar árabe.

Los Sionistas en Alemania trabajaron organizando escuelas para niños, con clases de hebreo, tiendas para jóvenes, etc., para ayudar a preparar a la gente en su migración a Palestina. Los Sionistas sólo estaban interesados en la migración a Palestina e hicieron todo lo que estuvo a su alcance para asegurar que ningún otro país aceptará a los judíos. Los Nazis estaban interesados en facilitar la migración de los judíos tan pronto fuera posible. No obstante, la cooperación entre Sionistas y Nazis continuó hasta 1942, con gente como Adolf Eichmann, Golda Meir y David Ben-Gurion, fecha en la que en opinión de los Sionistas, se cumplió el objetivo. Burg declaró que, incluso llegado este punto, la derrota de Alemania fue vista por los Sionistas como “las ratas abandonando un barco que se hunde”.

Burg discutió frecuentemente el tema de la cooperación de los Nazis y los Sionistas con Zundel. Burg creyó que los Sionistas fueron los culpables de que los alemanes fueran derrotados. Y para borrar cualquier rastro, los Sionistas se comportaron como el ladrón astuto que corre hacia la policía gritando “¡ Detengan al ladrón!” Fue la tarea de Zundel el luchar en contra de esto y Burg declaró que podía ayudarle. ¿Por qué? “Porque de otra manera nunca llegará la reconciliación entre las personas. La verdad está revelándose poco a poco, así es como, el odio en contra de los judíos está creciendo, provocado por los líderes Sionistas”.

Zundel dijo a Burg que gracias a su libro ‘Guilt and Fate’, publicado en 1962, él se convirtió en lo que es ahora, un luchador por la verdad, un luchador en contra de las falsas acusaciones hechas a su pueblo.

Burg testificó que no hubo aniquilamientos en los campos de concentración. Las personas saludables fueron usadas para trabajar en forma voluntaria, Burg puntualizó que, incluso una jaula de oro representa una limitación e incluso un crimen, pero la invención de las cámaras de gases tuvieron origen en mentes enfermas. Burg quiso demostrar que incluso en Birkenau, donde supuestamente ocurrieron las muertes por gases, los judíos, hombres y mujeres, tuvieron trato preferencial. Un ejemplo de esto fue Benedikt Kautsky, judío con convicción en el movimiento mundial Socialista- Marxista. Kautsky estuvo en Birkenau durante la guerra realizando labores de oficina. Su madre, de 79 años de edad también fue enviada a Birkenau. Cuando ella enfermó, se le dispuso un cuarto individual y una dieta especial ordenada por el doctor. Esto fue “trato preferencial”, otorgado con el fin de prolongar la vida de la mujer, si es que no se curaba. Cuando fue liberado el Dr. Kautsky, regresó a Viena, Austria, en donde continuó su trabajo científico. En 1946, inmediatamente después de su liberación, el Dr. Kautsky fue uno de los primeros en publicar un libro, que llevó el título en alemán ‘Teufel und Verdammte / El Diablo y los Condenados’ Burg testificó que ese libro decía la verdad y que tenía verdadero valor histórico, sin embargo, toda la edición fue destruida. Un año y medio más tarde, publicó otra edición en la cual reescribió varios párrafos e hizo cambios, pero no lo cambió completamente. No existe documentación acerca de cámaras de gas y Kautsky admitió que él nunca vio ninguna cámara de gas por sí mismo.

En ‘Schuld und Schicksal / Guilt and Fate / Culpa y Destino’, Burg trató acerca de los ghettos de Varsovia y Lodz. Cuando las tropas alemanas ocuparon Varsovia, ellos quisieron concentrar a toda la población judía. Verdaderos ghettos estuvieron ahí por siglos, pero los judíos emancipados o que asimilaron la cultura anfitriona vivían lejos de esos ghettos. Cuando llegaron los alemanes, quisieron tener a todos los judíos juntos. En un sentido práctico, la función del ghetto también era proteger a la población judía.

Los Sionistas se mostraron satisfechos con este arreglo. Un Consejo Judío designado fue la entidad que gobernaba el ghetto. Ellos tenían su propia policía, cárceles y cualquier otra cosa. Naturalmente, algunos fueron crueles, uno de estos fue el vicepresidente de la policía, quien más tarde fue ejecutado. En consideración de Burg, esta ejecución fue la evidencia de que los judíos se defendían de la minoría Sionista, quienes usaban a la mayoría para sus propios fines.

En el ghetto de Lodz, existía una fuerza policíaca judía, un banco judío, moneda de cambio judía, oficina de correos judía y estampillas de correo para uso exclusivo de los judíos, existían talleres de manufactura para judíos. Si existía un plan alemán para exterminar a los judíos ¿por qué existían talleres?, preguntó Burg, ¿por qué destinar recursos económicos con esos fines? ¿Por qué entrenar a los niños para el trabajo? Gracias a Berlín, testificó Burg, los judíos tuvieron la oportunidad de vivir en un pequeño Israel. Sin embargo, todas estas cosas no deben decirse en la actualidad, ya que, ahora debe decirse que existió un Holocausto y que los judíos fueron asesinados.

Toda la población alemana, no sólo los Nazis, fueron culpados falsamente, y no sólo a los alemanes que vivían en Alemania, sino a cualquier alemán que viviera en cualquier parte del mundo. Burg tiene interés en este asunto, ya que, él piensa que esto provoca el odio en contra de los judíos. Los líderes Sionistas, tienen interés, incluso en la actualidad, en que se creen progroms o progromos en contra de los judíos, y el testimonio de Burg tiene el objetivo de prevenir esto.

En 1982, Zundel escribió a Burg en dos ocasiones, pidiéndole ayuda en contra de los Sionistas de Toronto quienes estaban provocándole dificultades, y para pedirle su recomendación. Zundel creyó que esto podría ayudarle mucho.

Burg frecuentemente discutió con Zundel acerca del desagravio a los alemanes. En la opinión de Burg, si el Holocausto hubiera sido verdadero, no se les debería ningún tipo de desagravio a los alemanes, pero “ellos lo están pagando”. El trató acerca de este tema en su libro ‘Guilt and Fate’, el cual, Zundel leyó en los años 60 del siglo pasado. Israel fue creado en 1948 y, en 1951 todavía no tenía relaciones diplomáticas con la República Federal Alemana. En ese año, Israel otorgó al Dr. Nahum Goldmann, representante del Congreso Judío Mundial, autoridad para negociar con el Dr. Adenauer, el Canciller de la República Federal Alemana en lo concerniente a la culpabilidad alemana. Israel, bajo el gobierno de Ben Gurion, exigió una indemnización por “los daños ocasionados por los alemanes”, pero nunca quiso sentarse en una mesa con ellos para negociarlo. Las negociaciones entre Goldmann y Adenauer, tuvieron como resultado el reconocimiento de Alemania de haber cometido un holocausto en contra de los judíos.

Burg testificó que era muy importante distinguir estas indemnizaciones al estado de Israel. Israel no existía durante la Guerra. Éste estaba en Palestina en ése entonces y pertenecía a la administración británica. Durante toda la Segunda Guerra Mundial, ningún soldado alemán estuvo en Palestina. ¿ Cuáles son entonces los daños y qué es lo que hay que reparar?, preguntó Burg.

Israel presentó entonces un documento a Alemania, declarando que tres de cada cuatro judíos europeos murieron y que el pueblo de Israel demandaba una indemnización por ellos. Ese documento nunca afirmó que hubieran muerto 6 millones. Tampoco que hubieran sido gaseados ni asesinados. La palabra usada fue ‘muertos’. La suma inicial de 3.5 marcos ha crecido y no sólo será pagado por los alemanes que viven en la actualidad, sino los que nacerán el día de mañana. Las sumas se justificaron por invenciones de 40 millones de judíos gaseados, luego que 25, y finalmente aproximadamente 6 millones, que es la cifra que ha permanecido.

Burg testificó que la razón por la que continuaron los juicios de crímenes de guerra tanto en la República Federal Alemana y en los Estados Unidos, fue para probar a todo el mundo que los alemanes, incluso los que nacieron en Estados Unidos y en Toronto, son culpables de haber asesinado y gaseado judíos.

Israel existió sobre la tesis de que el Holocausto sucedió y el pueblo alemán de la República Federal pagó con dinero honesto ganado con su trabajo a Israel, que es un barril sin fondo.

Goldmann también negoció por parte de aquellos que fueron liberados de los campos de concentración. Estos son los que han sufrido, dijo Burg, a quienes se les quitó sus hogares y apartamentos, quienes dejaron todo atrás. Fueron dispuestas oficinas especiales alrededor del mundo, en cada lugar donde Alemania tuviera alguna representación, con el fin de solicitar las indemnizaciones.

Burg discutió con Zundel acerca del responsable por la enemistad entre alemanes y judíos. Le dijo a Zundel que la Primera Guerra Mundial trajo a los Sionistas un lugar para vivir en Palestina, pero no era una nación. Esto era muy pequeño y era necesario hacer todo lo posible para crear el estado de Israel. Esto sólo fue posible a través de la guerra, se avecinaba una guerra mundial. Los Sionistas, por lo tanto, cooperaron con quien fue conocido como Wall Street. Wall Street causó la Segunda Guerra Mundial de la misma manera que causó la Primera. Hizo notar que éste también apoyaba al régimen de Hitler ya que supuestamente pelearía contra los comunistas. De la misma manera que los Nacional Socialistas no quisieron subordinarse a Wall Street, los comunistas tampoco lo hicieron. El plan de Churchill, junto con los Sionistas y los estadounidenses de Wall Street, era asegurarse que los Nacional Socialistas y los Comunistas “se consumieran entre ellos”. Chaim Weizmann declaró que él había deseado sacrificar a los judíos alemanes en favor del estado de Israel.

Burg estimó que Zundel había mostrado una sincera curiosidad acerca de la cuestión judía. Zundel era alemán y él estaba defendiendo a su país, dijo Burg. Zundel le había dicho que defender a su pueblo era el trabajo de su vida ya que ellos estaban siendo difamados, Burg también creía esto y lo había expresado en sus libros “una y otra vez” y como resultado de esto, sufrió en forma personal. Burg estuvo satisfecho de que Zundel aprendiera un poco de él al no hablar automáticamente de “judíos” sino, en su lugar, hacer énfasis en los “Sionistas”.

Si la historia del Holocausto sigue por el camino que ha tomado en la actualidad, dijo Burg, nunca habrá una relación sincera entre los judíos y los alemanes, y es lo que los líderes Sionistas buscan que pase. Burg dijo a Zundel que películas como Holocausto y Shoah constituyen un reforzamiento de la falsificación de la historia, hechas con el propósito de mostrar la razón por la que los alemanes deben pagar y deben seguir pagando por unas cuantas generaciones más.

Burg declaró que si Zundel hubiera ido con la corriente, nunca hubiera tenido los problemas que tuvo. Hubiera tenido una vida mucho más sencilla. También era la opinión de Burg que si existieran otros dos o tres Zundels, habría también mejores judíos.

La Corona [canadiense] decidió no volver a interrogar a Burg.
Gracias a Jesús Ruiz Munilla

https://radiocristiandad.wordpress.com/2010/08/24/el-judio-que-derribo-el-mito-del-holocausto/

lunes, 13 de junio de 2016

'Israel me prohibió de facto salir del país', denuncian del movimiento BDS

Omar Barghouti fundó el Movimiento Boicot, Desinversión Y Sanciones, la mayor iniciativa internacional de resistencia no violenta del pueblo palestino. No tiene antecedentes criminales, pero el gobierno se negó a renovar su permiso para salir del país.

Barghouti es un hijo de refugiados palestinos que vive en Israel desde hace 22 años y hace más de 10 fundó junto con otros activistas el movimiento Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS), la mayor iniciativa internacional de resistencia no violenta del pueblo palestino. No tiene antecedentes criminales, ni siquiera multas de tránsito, pero el gobierno se negó a renovar su permiso para salir del país.
"Al negarme la renovación de mi documento para viajar, Israel me impuso una prohibición de facto para salir del país. Este es el primer paso para revocar mi status de residente permanente, según informaron funcionarios israelíes a varios medios internacionales", aseguró Barghouti en diálogo con Télam.
Barghouti nació en 1964 en Qatar y 30 años después se mudó a la ciudad de Acre, norte israelí, para vivir junto a su esposa, una palestina con ciudadanía israelí. Desde entonces, tiene un permiso de residencia y uno para viajar y volver al entrar al país, que debe renovar cada dos años.
En marzo pasado, el ministro del Interior de Israel, Aryeh Deri, participó de una conferencia "Anti BDS" en Jerusalén junto con otros tres titulares del gabinete nacional. Al referirse a Barghouti, lo acusó de "usar su estatus de residente para viajar por todo el mundo y operar en contra de Israel".
"Se le dio derechos similares a los de un ciudadano y el aprovechó esa ventaja dada por nuestro ilustrado Estado para representarnos como el Estado más horroroso del mundo", agregó el ministro, un mes antes de que su oficina informara formalmente a Barghouti que le negaba la renovación de su permiso para salir del país.
Para el activista palestino, la decisión del gobierno israelí tiene una única causa.
"La reacción de Israel al movimiento BDS sigue la lógica de la famosa frase de (Mahatma) Gandhi: 'Primero te ignoran, después se ríen de vos, luego te atacan, entonces ganas'. Estamos en la etapa del 'luego te atacan'", explicó Barghouti.
El movimiento BDS, inspirado en el boicot internacional contra el régimen apartheid sudafricano y la desobediencia civil del movimiento de derechos civiles de los años 50 y 60 de Estados Unidos, tiene tres objetivos.
"Pide el fin de la ocupación israelí de Palestina y de otros territorios árabes ocupados desde 1967, incluyendo el desmantelamiento del muro y las colonias" en Cisjordania, comenzó a enumerar Barghouti.
Los otros dos reclamos son "el fin del sistema israelí de discriminación racial contra sus ciudadanos palestinos, que cumple con la definición de la ONU de apartheid", en primer lugar.
"Y el derecho inherente y aprobado por la ONU de los refugiados palestinos de volver a sus hogares de origen, de los que fueron expulsados por una limpieza étnica" en la segunda mitad de la década de los 40, en segundo término.
La estrategia para obtener lo que los líderes palestinos no lograron conseguir ni levantándose en armas ni negociando en un proceso de paz apoyado por el mundo entero, es convocar a las organizaciones y personas de sociedades civiles de cada país a boicotear, desinvertir y sancionar a todas las empresas, instituciones gubernamentales e individuos que representan o se benefician del histórico conflicto.
Una de las mayores victorias que se anotó el movimiento BDS en los últimos tiempos fue la decisión de la gigante transnacional francesa Veolia, que se concentra en energía, agua, transporte y reciclaje, de vender todos sus negocios en Israel y retirarse del país en septiembre pasado.
Seis meses después, la empresa de seguridad británica G4S, la más redituable del mundo en su sector, anunció que en los próximos dos años vendería su subsidiaria israelí.
Finalmente, a principios de abril pasado el gobierno estadual de Bahía, Brasil, encabezado por el petista Rui Costa dos Santos, anunció que suspendía todos los acuerdos de cooperación con la empresa nacional de agua de Israel, Mekorot, encargada de ese servicio público en su país y en las colonias en territorios palestinos ocupados.
No fue la primera vez que ese gigante israelí sufrió los efectos de la campaña internacional de BDS.
En 2010, Mekorot ganó una licitación del gobierno bonaerense de Daniel Scioli para construir una planta potabilizadora en Punta Lara por unos 170 millones de dólares. Finalmente el acuerdo se canceló, pero el diario local Hoy informó recientemente que la empresa israelí creó una Unión Temporal de Empresas (UTE) junto a otras tres empresas argentinas para retomar el proyecto.
En paralelo al avance internacional de los últimos años del movimiento BDS, principalmente en los sectores académicos, religiosos, artísticos y militantes de izquierda, "Israel adoptó desde 2014 una nueva estrategia para intentar criminalizar el apoyo al BDS desde arriba, con presiones a gobiernos, legislaturas y funcionarios en Estados Unidos y otros países occidentales para aprobar leyes anti BDS", explicó Barghouti.
"Evocando los recuerdos del macartismo, esta 'guerra legal' busca crear 'listas negras' de empresas, organizaciones y, en algunos casos, inclusive de individuos que se hacen eco del llamado de derechos humanos de BDS, para evitar que el Estado pueda invertir o hacer negocios con ellos", agregó el activista palestino.
Pese a que el movimiento BDS rechaza todo tipo de racismo en su principios básicos, Israel y sus aliados en el mundo sostienen que la iniciativa palestina busca "demonizar al pueblo judío" y "destruir al Estado de Israel", y la describe como una plataforma "antisemita".
En Estados Unidos, 21 de los 50 estados ya aprobaron o anunciaron leyes y medidas contra los activistas que difundan ese movimiento de resistencia no violenta palestina y todos aquellos que se sumen boicoteando productos israelíes o desinvirtiendo en ese país de Medio Oriente.
En Francia, por su parte, el primer ministro Manuel Valls acusó abiertamente a activistas y simpatizantes del movimiento BDS de ser "antisemitas".
Por su parte, una Corte de Casación condenó por discriminación a 14 personas por irrumpir en un supermercado en 2009 con remeras que tenían la leyenda "Boicot a Israel" y panfletos que sostenían que "Comprar productos de Israel significa legitimar los crímenes en Gaza" y tuvieron que pagar una multa de 32.000 euros.
El movimiento BDS ganó fuerza en Francia ese año, poco después de la ofensiva militar israelí de 22 días contra el pequeño y bloqueado territorio palestino de la Franja de Gaza, en la que 1.400 palestinos murieron, entre ellos más de 300 menores, y 13 israelíes fallecieron, entre ellos cuatro por fuego amigo.

Fuente: Telam

http://www.palestinalibre.org/articulo.php?a=61177

jueves, 9 de junio de 2016

Pureza racial?: 6 formas racistas con las que Israel quiere propiciar la mayoría judía

Israel ha creado y mantenido a lo largo de la historia extravagantes leyes, normas y prácticas que conforman una matriz con un solo objetivo: mantener una mayoría judía y la pureza racial en el país.

"Israel insiste en ser la patria histórica de todos los judíos del mundo, algo con lo que pocos estarían en desacuerdo. Pero también insiste en ser un país de mayoría judía, cueste lo que cueste. Con el fin de mantener su mayoría judía, deben demonizar a los no judíos, particularmente a los musulmanes y árabes cristianos, como una 'amenaza demográfica'", explica el columnista Zais Jilani en el portal Alternet, quien reúne seis impactantes formas en las que el país pugna por la pureza racial.
- Control de natalidad sin consentimiento: Durante años, el Gobierno israelí estuvo administrando inyecciones de Depo-Provera —un potente anticonceptivo de larga duración— a mujeres judías de origen etíope "a menudo sin su conocimiento ni consentimiento" con el fin de controlar la natalidad de esta comunidad, ya que su procedencia judía era a menudo cuestionado por los rabinos. Cuanto esta práctica salió a la luz en el año 2013, se ordenó su cancelación. 
- Deportaciones de no judíos: Cualquiera con linaje judío puede trasladarse a Israel y pedir la nacionalidad. Pero si la persona no es judía, el proceso puede ser arriesgado. De toda la multitud de refugiados de los conflictos africanos que han huido a Israel en busca de asilo, a solo un 0,07% se lo han concedido. Recientemente, la radio nacional pública estadounidense aseguraba en un reportaje que muchos de ellos fueron deportados solo para que fueran asesinados por el grupo yihadista Estado Islámico.
- Contratos 'sin sexo': En el año 2003, una compañía israelí que contrataba trabajadores de China los obligó a firmar un contrato en el que se comprometían a no casarse ni tener relaciones sexuales con personas judías. No fue tomada ninguna medida legal contra la empresa, ya que Israel no tiene ninguna legislación que proteja a los trabajadores de estos abusos.

- Arrebatar a los palestinos el derecho a la tierra: Recientemente, el Tribunal Supremo israelí dispuso dos dictámenes que en esencia permiten a Israel demoler las comunidades palestinas dentro del país (no en los territorios ocupados) para despejar la tierra para los israelíes.
- Leyes matrimoniales discriminatorias: Israel prohíbe a su población contraer matrimonio con palestinos al negarse a reconocer a ese cónyuge como ciudadano. Asimismo, el país no cuenta con leyes maritales civiles y deja el matrimonio en manos de los clérigos, que velan por prevenir el matrimonio interracial
- Derecho de retorno, solo para judíos: La política más sistemática destinada a mantener una mayoría judía es la 'ley de retorno'. Bajo esta ley, los judíos pueden ir al país desde cualquier parte del mundo y demandar la ciudadanía, pero los ciudadanos palestinos expulsados de sus casas después de varias guerras, no.



miércoles, 8 de junio de 2016

Lieberman pide pena de muerte para los árabes israelíes "desleales"

Avigdor Lieberman, el nuevo ministro de Defensa de Israel, ha pedido que los ciudadanos árabes israelíes "desleales" sean decapitados.
Lieberman, que sirvió anteriormente como ministro de Exteriores entre los años 2009 y 2012 y de 2013 a 2015, es el líder del partido ultra Yisrael Beitenu y un conocido extremista y apologista del genocidio.
La polémica remodelación de gobierno sigue a la dimisión de su predecesor, Moshe Yaalon, que dijo que "ya no tenía confianza" en el primer ministro, Benyamin Netanyahu.
Lieberman, que vive en un ilegal asentamiento en la Cisjordania ocupada, dijo en un discurso de campaña en 2015 que con respecto a "aquellos (árabes israelíes) que están contra nosotros, debemos levantar un hacha y decapitarlos. De otro modo, no sobreviviremos aquí".
Él también pidió incentivos económicos para que los árabes israelíes abandonen el país.
Netanyahu le ofreció escoger entre convertirse en ministro de Defensa o ministro de Inmigración y Absorción, señaló el diario Ynet.
El profesor Juan Cole, de la Universidad de Michigan, un experto en política sobre Oriente Medio, describió a Lieberman como un "extremista de derecha" y dijo a la publicación Salon: "No hay ningún ministro europeo que esté cerca ideológicamente de Lieberman" y añadió que "si él toma esa posición será objeto de un boicot".
Una de las condiciones impuestas por Lieberman para unirse al gobierno israelí fue la de permitir la imposición de la pena de muerte a los resistentes palestinos.


lunes, 6 de junio de 2016

¿Debacle total?: Israel se ha convertido en un caos‎

El primer ministro del régimen de Israel, Benyamin Netanyahu.
El régimen de Israel se acerca a la debacle total y está inmerso en el “caos”, advierte un alto responsable palestino.

“Ya hace tiempo que Israel no tiene poder (…) y se ha convertido en un caos total”, ha comentado Abás Zaki, miembro del consejo central del Movimiento Palestino de Liberación Nacional (Al-Fatah) en una entrevista publicada este sábado por la agencia oficial rusa Sputnik.
Zaki se ha referido a la renuncia del ministro israelí para asuntos militares, Moshe Yaalon, y a la designación del ultraderechista Avigdor Lieberman. “El nombramiento de Lieberman es el principio de un desorden a gran escala”, ha agregado.
“Ya hace tiempo que Israel no tiene poder (…) y se ha convertido en un caos total”, ha comentado un miembro del consejo central del Movimiento Palestino de Liberación Nacional (Al-Fatah), Abás Zaki.
Lieberman es conocido por su postura radical con respecto a los palestinos. Durante la campaña electoral de 2015 llamó a “decapitar a los árabes desleales” o facilitar su expulsión de los territorios ocupados palestinos.
El político palestino ha subrayado que el régimen de Tel Aviv está atravesando “una etapa de contradicciones internas”, teniendo en cuenta las luchas intestinas de este régimen para hacerse con el poder.



El ex primer ministro del régimen de Israel Ehud Barak aseguró el viernes que este régimen se ha visto afectado por las semillas del fascismo. 

“Debería encenderse una luz roja en todos nosotros respecto a lo que está ocurriendo
El primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, dice respaldar el proceso de paz con los palestinos, pero al mismo tiempo nombra al “carnicero” Lieberman.

El viernes, Yaalon renunció a su cargo debido a discrepancias y conflictos con Netanyahu.
Desde el principio, los grupos palestinos se expresaron en contra del nombramiento de Lieberman. El jueves, la Cancillería palestina adujo que la designación del ultraderechista evidencia que el régimen de Israel camina hacia un mayor extremismo en lugar de hacia la paz.


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